lunes, 20 de octubre de 2014

GUERRA CIVIL Y REPRESIÓN DE LA DOCENCIA. DOMINGO MIRAS. (V)

Dejábamos la entrega anterior en el momento en que, a 17 de enero de 1940, se formuló el pliego de cargos contra Domingo Miras. Poco después, el 26 del mismo mes y año, Domingo replicaba con su propio pliego de descargos para hacer frente al expediente que se le estaba instruyendo “por supuesta desafección al Régimen Nacionalista”.
Imagen habitual de una escuela tras la guerra civil
al comienzo de una jornada, con el canto del "Cara al sol"
Respecto de la acusación de ser de ideología de izquierdas, haber colaborado con el Frente Popular  y recoger firmas para el indulto a González Peña, respondía así:
Nadie puede presentar propaganda escrita ni le ha visto ni oído hacerla oral a favor de nnguno de los partidos llamados de Frente Popular. Ni ha intervenido en las elecciones sino como simple elector. Ni antes ni durante la guerra ha visitado ninguno de los centros políticos de la localidad, porque no perteneció nunca a ninguno. Menguado izquierdismo el que se acredita, según el cargo, con recoger firmas para el indulto de un reo de muerte en 1934, acto que no tuvo, ni mucho menos, la extensión y significado que se le supone. “Odia el delito y compadece al delincuente (…). No tuvo, en el hecho a que se hace referencia interés particular alguno; le movió a ello únicamente (sic) la condición genérica de reo de muerte.
En cuanto a colaborar con los “rojos” e insultar al ejército franquista, replicaba lo siguiente:
Cargo impreciso y, lo que es peor, falso. No solo no colaboró directa ni indirectamente, por mucho que este último concepto se sutilice, con los rojos, sino que durante el dominio de estos fué (sic) objeto de constantes vejaciones por el Comité de Frente Popular y organizaciones obreras:
En 1936, en visita que hizo a esta, con otros, el Inspector Sr. Salgado, se le arrojó del cargo de vocal secretario en el Consejo local de 1ª enseñanza.
En 1937 se propuso su separación del cargo de Maestro, extremo fácilmente comprobable por esa Comisión, ya que fué divulgado entre el Magisterio de esa Capital, y gracias a la intervención de una autoridad provincial no se hizo, obligándole, en cambio, a solicitar la jubilación.
Durante los tres años rojos sufrió este maestro constantemente conminaciones, multas y cargos, algunos de los cuales se demuestran por documentos originales encontrados entre sus papeles, documentos que están a disposición de esa Comisión para su examen y devolución y de los que remite copia.
Cuando invocaba al Ejército Nacional, fué siempre expresando, más que deseos, ansias de que liberase a este pueblo, teatro trágico de un vandalismo que nunca tuvo como posible. Van documentos probatorios con firmas de calidad.
Acerca de los cargos 3º y 4º - instigador de hechos vandálicos por sus enseñanzas, y ateo -, apuntaba:
Son los que más pesadumbre causan porque revelan el fallo falso a toda una vida (70 años).
Durante más de cincuenta años se dedicó este maestro a la enseñanza y solo recibió frases laudatorias y comunicaciones gratas. Su actuación profesional, destacada y objeto de diversos premios puede avalarse, y no duda que esa Comisión lo hará, con el testimonio de las autoridades provinciales de 1ª enseñanza y expediente personal que obrará en esa Sección Administrativa.
La actuación profesional como maestro queda avalada y caracterizada durante cuarenta y siete años por los quince primeros en Somontín (Almería) y se envían documentos administrativos de su conducta en aquella población antes y después de su actuación como maestro, expedidos por el Sr. Cura Párroco, Sr. Alcalde y Jefe de Falange.
La actuación en Criptana debe enjuiciarse “de visu”. No obstante, y a estos fines se le ocurren los siguientes nombres:
Abogados: D. Luis Esteso Cenjor, que es Juez Municipal y D. Eloy Jiménez Sepúlveda.
Industriales: D. José Vte. Olivares Manzaneque y D. Primitivo Molina Rodríguez.
Sacerdotes: El único superviviente D. Angel Briega Campos, que de muy antiguo me conoce, puede dar testimonio de que lo vió asistir con los niños a procesiones, rogativas, a confesión y comunión del cumplimiento pascual y actos externos del culto. Asi como de que, durante su cooperación en el colegio particular instalado en la calle de Lerino era el encargado de asistir con los alumnos a la Stª. Misa en los días de precepto.
Desde hace treinta años, es sostenedor con una cuota mensual del Hospital Asilo de S. Bartolomé de esta villa, regido por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
El y todos sus familiares han vivido en el seno de Nuestra Stª. Madre la Iglesia.
Fácil será también averiguar a esa Comisión que este maestro tuvo a su hija, Encarnación, maestra residente en esa capital, interna en un colegio de religiosas de la misma… Y así en todo. Por contraste seria curioso, aunque es sangriento, oir los motivos que, ignora por quien o quienes, se tienen para conceptuarlo ateo. Antes de pronunciar, y menos escribir ciertas palabras debe ponderarse el significado estricto y lato de las mismas”.
Fecha y frma del pliego de descargos presentado por Domingo Miras
Todo lo que antecede era el alegato, en defensa propia, de un maestro a quien, como ha quedado reflejado, aparte de ser separado de alguna institución local relacionada con la la educación, se le quiso apartar de su profesión por parte de quienes, según se le acusaba, él habría apoyado durante la guerra, y al que se le obligó a pedir la jubilación en pleno conflicto bélico. Un maestro, por cierto, muy dolido por la falta de reconocimiento, por parte de quienes sustentaban el nuevo régimen político, hacia su alrededor de medio siglo de labor docente, y muy afectado por todas, pero especialmente por algunas de las acusaciones que pesaban sobre él.
En la próxima entrega examinaremos los documentos que remitió a la Comisión Depuradora Provincial de Ciudad Real para hacer buenas sus alegaciones.


FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS