viernes, 18 de marzo de 2016

SEMANA SANTA: TAMBIÉN HUBO PROCESIONES EN LOS AÑOS DE LA SEGUNDA REPÚBLICA





Todo cambia con el tiempo, hasta lo que se considera tradiciones muy arraigadas en una sociedad. Con las procesiones de Semana Santa y con todo con lo que se lleva a cabo en torno a ellas ocurre eso  mismo, y Campo de Criptana lo muestra claramente; por ejemplo, las subastas de las andas de los “pasos ” que desfilan en las procesiones siempre han sido señaladas como elemento muy singular de  la Semana de Pasión en nuestra localidad – tanto, que se resaltaron al máximo cuando hace unos años se intentó y consiguió la Declaración de Interés Turístico Regional para ella-, pero hoy en día parte de ese rasgo diferenciador respecto de otros lugares se ha perdido y hay no pocos “pasos” cuyas andas ya no son objeto de subasta.

Los cambios políticos o, dicho de otra forma más amplia, la evolución general del país, también introducen, a veces, variaciones. Así, la guerra civil (1936-1939) supuso, en las zonas de España fieles al Estado republicano, caso de este pueblo, un  corte, un paréntesis en las celebraciones religiosas y, claro está, en las de Semana Santa: las procesiones no volvieron hasta 1940. Ya antes, los cambios legislativos y normativos en general introducidos durante la Segunda República española (1931-1936) tuvieron su influencia.

La Constitución de 1931, en uno de los apartados de su artículo 27º, decía textualmente: “ Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno “. Basándose en este precepto constitucional, la normativa establecía que el Gobernador Civil de la provincia respectiva era quien debía autorizar la celebración de las procesiones callejeras basándose en el informe preceptivo del alcalde de la población ante posibles alteraciones del orden, etc., etc.

Dado que en el Archivo Histórico Municipal de Campo de Criptana se conservan, del periodo republicano, las solicitudes para efectuar las procesiones de las dos cofradías pasionarias que por entonces existían – de una parte, la de Jesús Nazareno y Soledad Angustiada, y de otra la de la Santa Vera Cruz, según las denominaciones de 
entonces -,  los datos que siguen permiten comprobar semejanzas y diferencias con la actualidad.

Buena parte de las imágenes que
desfilaron cada año hasta el inicio de la Guerra Civil
El Jueves Santo, a las cuatro de la tarde, comenzaba la “llamada de la Oración del Huerto”, que salía de la ermita de Veracruz con la imagen del Cristo de la Columna, a la que en la Plaza de la Constitución [Plaza Mayor] se unían las de Jesús Orando, Prendimiento, María Magdalena y Dolorosa, todas ellas procedentes de la ermita de la Madre de Dios. Se daba la vuelta en la Plaza, pasaban por la iglesia parroquial y seguían por las calles de Santa Ana, Amargura, Pasión, Caídas, San Sebastián, Plazuela de los Infantas, Democracia [Convento], Álvaro de Albornoz [Tercia] para finalizar en la Plaza.

El Viernes Santo, a las seis de la mañana, se iniciaba la procesión denominada “de Jesús al Calvario”, llamada vulgarmente “del Paso”, con las mismas imágenes que el día anterior más las de Jesús Nazareno y “la” Verónica. Desde la ermita de la Madre de Dios seguía “ ... por la calle de la Soledad [ésta pasó pronto a llamarse Joaquín Costa]y por las mismas que el Jueves “ , continuando, tal como ahora, por la Plaza del General Espartero [del Pozo Hondo]  y Miguel de Cervantes, hasta llegar a la ermita citada.

Procesión de Jesús al Calvario (El Paso)
La procesión del Santo Entierro salía a las cinco de la tarde (a veces a las cuatro y media) del Viernes Santo con los pasos “ ... del Descendimiento precedido de la Santa Cruz, Crucifixión, Santo Sepulcro, María Magdalena, San Juan y la Virgen de la Soledad ... “ y seguía un itinerario igual al actual, es decir, Cervantes, Plaza del General Espartero, Democracia, Avenida de Pi y Margall [Castillo], Virgen de Criptana y Plaza de la Constitución, donde se disolvía, quedando las Imágenes en la Iglesia Parroquial “. Efectivamente, allí quedaban pero por poco tiempo, pues de nueve a diez de la noche tenía lugar la procesión de El Traslado: las imágenes que habían desfilado por la tarde eran llevadas a sus ermitas respectivas después de dar la vuelta a la Plaza,      “ ... continuando por la calle de la Soledad hasta la ermita de la Madre de Dios …”, desde donde el Descendimiento y la Santa Cruz se dirigían hacia la suya “ ... por dicha calle de la Soledad y Pablo Iglesias [Fuente del Caño].

Se conserva, referida a 1932, la solicitud para celebrar la procesión de Jesús Resucitado el domingo de Pascua. La imagen de Jesús salía de la ermita de la Veracruz y al mismo tiempo salía de la de la Madre de Dios la imagen de la Virgen. Ambas se encontraban en la iglesia parroquial, donde tenía lugar la función religiosa correspondiente, terminada la cual la Virgen era trasladada a su ermita por la calle Soledad.

Imagen de la Soledad
destruida en agosto de 1936
También, en este caso para el año 1935, se conserva la solicitud que elevaba Juan José Parreño a la Corporación municipal para que la Compañía de Soldados Romanos asistiera a las procesiones de Semana Santa y para salir formados a las calles tocando tambores y cornetas cuando se trasladaran  a las ermitas y para en la noche del Jueves Santo acudir a hacer guardia en los monumentos de la iglesia parroquial, Convento y Asilo tocando también.

A la vista de todo lo anterior cualquier criptanense puede deducir, comparando con los tiempos actuales, los cambios  acaecidos en el número de cofradías, de procesiones, de imágenes, de horarios, etc. y hasta en nombres de algunas calles, que por aquellos años pasaron a estar dedicadas a elementos consustanciales a cualquier sistema político democrático (democracia, constitución …) o, entre otros personajes, a políticos republicanos (entre ellos Álvaro de Albornoz o Pí y Margall) o socialistas (Pablo Iglesias).

Para finalizar, y por aquello de las curiosidades, citaré a algunas de las personas de las muchas que en 1932 firmaban las solicitudes de las dos cofradías (264 en total), pues algunos lectores podrán identificar entre ellas a antepasados suyos, situación en la que me incluyo. Algunos de los firmantes eran Santos Ortiz, José María Rubio, Demetrio Escribano, Julio Escribano, Delfín Escribano, Manuel Lara, José Vicente Manzaneque, Jesús Quintanar, Julio Millán, Ursicino Díaz-Ropero, Trinidad Olivares, Jesús Leal, Salustiano Madrid y Julio Alarcos.


         FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS


miércoles, 16 de marzo de 2016

MUSEOS EN NUESTROS MOLINOS DE VIENTO

Ayer podía leerse en la sección de noticias de la página web del Ayuntamiento de nuestra Villa (www.campodecriptana.es), refiriéndose al fin de semana anterior, que
 “se abría al público una exposición de pasos en miniatura de la Semana Santa criptanense elaborados por Carmelo Díaz-Ropero. Una muestra que se integra dentro de la iniciativa ‘La Semana Santa chica’ “,
así como que nuestro alcalde
Molino Inca Garcilaso
 “anunciaba durante la inauguración que “Campo de Criptana contará con una exposición permanente de esos pasos en miniatura de la Semana Santa en el molino Inca Garcilaso”. El alcalde explicaba que está en proyecto musealizar los molinos no históricos de la Sierra dotándolos de diferentes temáticas, por lo que “algo tan nuestro como es la Semana Santa y que forma parte intrínseca de las raíces de nuestros vecinos tenía que tener una muestra acorde”. De esta manera, el molino Inca Garcilaso, el más cercano a la oficina de recepción de visitantes estará abierto al público durante todo el año, y en su interior, se colocarán estos pasos en miniatura donde se recoge toda la imaginería de la Semana Santa criptanense”.
Cuando se menciona un proyecto de musealizar esos molinos construidos a lo largo de las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado, uno no puede más que quedarse un tanto perplejo pues museos en ellos (los llamados Lagarto, Quimera, Pilón, Cariari, Inca Garcilaso) ya los hay o algo debe quedar de ellos, aunque hayan permanecido desconocidos para mucha gente por estar habitualmente cerrados a lo largo del tiempo salvo algún que otro día por motivos en los que ahora no me detengo, dicho todo esto dejando aparte el molino denominado Culebro, cuya construcción fue costeada por Honduras, dedicado a Sara Montiel y que sí está abierto a disposición de los visitantes.
Quien suscribe estas líneas fue durante no pocos años secretario de la Junta Directiva de la Asociación de Hidalgos Amigos de los Molinos, años durante los cuales se fueron renovando, montando e inaugurando tales museos. La propia Asociación recuerda hoy ese pasado en su página web, en cuya sección Historia puede leerse:


Museo de Sara Montiel en el Molino Culebro
El objetivo fundamental de la Asociación ha sido, es y será fomentar, en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Campo de Criptana, todo lo que de atractivo para el residente y para el visitante tiene nuestra Villa, en la que los Molinos de Viento son elemento emblemático. Esto conlleva, la conservación del buen estado de los Molinos, como tarea primordial, dando un uso a cada uno de ellos como un buen medio para conseguir este fin; por esto, es a partir de este momento [hacia 1980 se refiere el texto] cuando empiezan a resurgir el Museo de Pintura, el Museo de Labranza y Vino (sic), el Museo de Sara Montiel y de Enrique Alarcón (sic), y el Museo de la Poesía”. 

Con todos estos antecedentes, no puedo dejar de hacerme una serie de preguntas que espero encuentren respuesta procedente de las personas o instituciones a quienes corresponda. Veamos, pues, estos interrogantes:

  1.   ¿El proyecto de musealización es, por ahora, sólo una idea sin desarrollar?

  2.   Si el proyecto al menos ya está esbozado, ¿en qué se va a plasmar? ¿Qué museos se van a instalar, aparte del anunciado de pasos en miniatura y del ya existente dedicado a Sara Montiel?

  3.   ¿Qué va a ser del resto de museos que ha habido hasta ahora sea cual sea su estado actual?

  4.   ¿Qué papel ha desempeñado o va a desempeñar la Asociación de Amigos de los Molinos en la elaboración del proyecto de musealización y en su puesta en práctica?

  5.   ¿Cuál es la opinión de dicha Asociación acerca de los museos existentes y de su devenir a lo largo de los años, así como de los cambios que, por lo anunciado, se van a producir?


Para finalizar, y para que no todo sean preguntas, una afirmación rotunda: Campo de Criptana necesita tener un Centro de Interpretación de nuestros molinos, lo que indiscutiblemente hará de la visita a nuestro pueblo un acontecimiento auténticamente singular. Bueno, añado otra para que no se me confunda: no estoy en contra de una exposición permanente de esos pasos en miniatura de la Semana Santa.
    FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS

miércoles, 9 de marzo de 2016

ALGUNAS DE AQUELLAS CALLES DE CUANDO LA GUERRA CIVIL

Vuelvo a un tema recurrente a lo largo y ancho de los años en la vida municipal de aquí y de allá, que no es otro que el de los cambios de nombres de calles que se empeñan en ejecutar quienes están en el poder, cambios que son objeto de polémicas y debates, a veces muy agrios, en todos los lugares donde se producen. Y vuelvo a dejar bien clara mi manera de pensar acerca de ello, para que nadie tenga dudas al respecto.
En efecto, dos criterios deberían siempre tenerse en cuenta por parte de quienes tienen el poder de decidir: respetar el nombre antiguo de una calle (hablo del nombre más antiguo, porque hay calles que han tenido diversos nombres a lo largo de la historia de una localidad) siempre que  – y aquí viene el segundo criterio – ese nombre no tenga nada que ver con acontecimientos o personas que impliquen falta de respeto a las libertades y derechos de las personas. Dicho sea todo lo que antecede con un pequeño añadido que siempre debería tenerse presente: para nombres nuevos están las calles que van naciendo con la expansión territorial de un pueblo o ciudad.
Sirva el preámbulo expuesto para presentar uno de los muchos episodios de cambios de denominación de vías urbanas que han presenciado los habitantes de Campo de Criptana, concretamente el que se aprobó en la sesión ordinaria celebrada por el Ayuntamiento de nuestro pueblo en plena guerra civil, el 12 de diciembre de 1936, a propuesta del concejal Jesús Navarro Gallego en nombre de las organizaciones del Frente Popular. Veamos el antes y el después de aquella sesión en las diez calles que en ese momento centraron la atención de los ediles criptanenses:
         Antes                                       Después

  Calvario    . . . . . . . . . . . . . . .     Durruti
  Amargura  . . . . . . . . . . . . . . .    Francisca Solano
  Pasión       . . . . . . . . . . . . . . .    Sargento las Heras
  San Sebastián  . . . . . . . . . . . .    (Manuel) Martín Casero
  Virgen de la Paz . . . . . . . . . . .     Lina Odena
  Plaza del General Espartero . . .     Mártires de Talavera
  Monte     . . . . . . . . . . . . . . . .     Aida Lafuente
  Santa Teresa   . . . . . . . . . . . .     Antonio Coll
  Concepción     . . . . . . . . . . . .      Pérez Carballo
  Veracruz   . . . . . . . . . . . . . . .      Lenin

Durruti 
Así pues, los nombres sustituidos de ocho de las diez calles objeto del acuerdo estaban relacionados con la religión católica. Del resto, una tenía “desde siempre”  un nombre que la relacionaba, por su situación, con una de las vías de salida del pueblo por la parte de Saliente y que estaba orientada hacía uno de los grandes montes de los alrededores; en el otro caso se trataba de variar, en el imaginario de las gentes de épocas y contextos históricos diferentes, referentes heroicos para un espacio urbano que desde sus orígenes era conocido como Plaza del Pozo Hondo, igual que ahora, todo un ejemplo de lo que, como señalaba más arriba, habría que tener en consideración respecto de nuestro callejero.
Los nombres nuevos respondían a la ideología y al imaginario heroico de quienes en diciembre de 1936 gobernaban Campo de Criptana, lo que se comprueba si atendemos a la personalidad de quienes figuraron por un tiempo en el nomenclátor viario de esta villa.

Buenaventura Durruti (1896-1936) fue una de las figuras más destacadas del anarquismo español. Miembro de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), al frente de la columna que llevaba su nombre participó en la defensa de Madrid, donde  murió el 20 de noviembre de 1936.

Francisca Solano
Francisca Solano fue una capitana miliciana que participó en los primeros días de la guerra defendiendo los pasos de la Sierra de Guadarrama. Falleció el 26 de julio de 1936 en El Espinar (Segovia).

El criptanense Manuel Martín Casero, jefe de la minoría socialista en el Ayuntamiento durante los meses anteriores al inicio de la guerra y secretario de la Sociedad Obrera La Esperanza, fue un dirigente miliciano que participó activamente tras la sublevación militar del 18 de julio de 1936 en la represión de la misma. Murió luchando en el frente de Talavera en septiembre de ese año.

Lina Odena
Lina (Paulina) Odena García, barcelonesa nacida en 1911, fue una militante comunista que como miliciana peleó en la provincia de Granada, donde falleció por suicidio el 14 de septiembre de 1936 al verse sorprendida por un control integrado por falangistas.

En la marcha de las tropas sublevadas procedentes de Extremadura que dirigía el general Yagüe hacia Madrid se produjeron encarnizados enfrentamientos entre éstas y las fuerzas republicanas en la comarca de Talavera. En ese frente, al que acudieron no pocos criptanenses para enfrenterse a las fuerzas franquistas, perdieron la vida muchos partidarios de la República, mitificados como mártires. Talavera fue tomada por las tropas de Yagüe el 3 de septiembre de 1936.


Imágenes de la Batalla de Talavera


Aida Lafuente
Aida Lafuente Penaos, “la libertaria” (1915-1934), fue una militante comunista (según ciertas fuentes habría sido anarquista) asturiana que murió durante la Revolución de octubre de 1934, reprimida duramente por el ejército. Para algunos ha sido conocida como la “Rosa Roja de Asturias”. Durante la guerra civil, su figura fue uno de los referentes simbólicos para el Partido Comunista de España.   

Antonio Coll, marinero que se integró en un batallón en la defensa de Madrid en noviembre de 1936, cobró fama por la destrucción de dos tanquetas italianas que formaban parte del ejército franquista en ese frente. Muerto en el combate, para los republicanos se convirtió en un mito como “dinamitero” o “antitanquista”.

Antonio Coll





Francisco Pérez Carballo









El madrileño Francisco Pérez Carballo (1911-1936), abogado, profesor universitario y político, era desde abril de 1936 Gobernador Civil de La Coruña. Se opuso a los sublevados en julio de ese año y, tras ser detenido por los rebeldes, fue fusilado el 24 de dicho mes.

Lenin
Vladimir Ilich Uliánov, “Lenin”, (1870-1924) fue un político y revolucionario ruso. Líder del sector bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, fue el más destacado dirigente de la Revolución de Octubre de 1917 que acabó con el zarismo y dio paso al nuevo estado soviético.

     




      
   FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS