lunes, 17 de noviembre de 2014

GUERRA CIVIL Y REPRESIÓN DE LA DOCENCIA. DOMINGO MIRAS. (VI)


El pliego de descargos de Domingo iba acompañado de documentos que apoyaban sus argumentos. Algunos trataban de hacer ver a sus acusadores que sus relaciones con los “rojos” durante la guerra no habían sido amistosas precisamente.
Así, el denominado “Comité de Defensa de la República”, integrado por Partido Socialista, Izquierda Republicana, Radio Comunista y Unión General de Trabajadores (U.G.T.), firmaba a 20 de noviembre de  1936 el acuse de recibo de 72 pesetas pagadas por Miras y que eran el importe de jornales pagados a los obreros José Alarcos y Andrés Dorado por su participación en el trabajo de demolición de la iglesia parroquial durante los días 16 y 21 de ese mes. Nuestro maestro consideraba esa contribución como una “multa impuesta, como a persona de derechas” para colaborar en dicha tarea.
Otro de los documentos aportados era un “apercibimiento amenazador” remitido a Miras por el Comité antes citado el 23 de noviembre de 1936 “en el periodo álgido de los paseos” (alusión clara a la práctica de asesinatos cometidos por algunas personas integrantes del sector fiel al gobierno republicano). En él se decía: “Según informes recibidos en este Comité, han sido varias las prórrogas que se le han concedido para que pague lo que adeuda por pavimentación en la calle de la Democracia [calle Convento] (…) si en el plazo de cuatro días, a contar de la fecha de la presente comunicación, no cumple como buen ciudadano (…) se tomará una determinación que sería dolorosa y quisiéramos evitar …”.
Un tercero era un escrito de la Comisión de Evacuación y Asistencia a Refugiados, dependiente de del Consejo Municipal, de 1 de julio de 1937, firmado por Francisco Olmedo: “Admita V. a estos evacuados sin excusa ni pretexto alguno, dándole la manutención diariamente y en caso contrario le abonará cuatro pesetas diarias”.
Otros documentos presentados pretendían demostrar la ubicación del maestro lejos de la colaboración  con los “rojos”. Uno de ellos era el firmado el 29 de abril de 1939 por José Bermúdez, delegado local de Administración de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., cuyo contenido señalaba: “D. Domingo Miras Reche hace entrega en esta Administración de la cantidad de cien pesetas, para atender al desenvolvimiento de esta Organización”. Dicho de otra forma, que había colaborado con el partido único del franquismo tras la guerra.
Además de otros apoyos documentales recibidos de Somontín (Almería), incluidos en el capítulo de esta serie, aportó distintos avales – firmados a 22 de enero de 1940 - de personas “respetables” de Campo de Criptana, que se reproducen a continuación:
Los que abajo firmarán, padres de familia y vecinos de esta localidad manifiestan: Que desde hace muchos años conocen en trato constante al maestro D. Domingo Miras Reche quien les merece el concepto siguiente.
Sinesio Cabañero Fernández – Padre de familia -. Desde mas de treinta años conoce muy de cerca al maestro Sr. Miras Reche y tiene la mas profunda convicción: 1º Que su conducta moral y social fue siempre y continua siendo de las mas correctas entre las de la Poblacion; ignorando su filiación política por que nunca la expuso publica ni privadamente. 2º. Que durante el glorioso Movimiento nacional-sindicalista le oyo reiteradamente la condenación de los delitos cometidos por los rojos en la localidad y expreso sus anhelos por la liberación. 3º. Que en toda ocasión, dentro y fuera de la Escuela, dio a sus discípulos y personas que le oyeron las mas sanas enseñanzas de Moral, respeto a las autoridades y superiores al par que para todas las personas, con obediencia para aquellas y afectos para los demás. 4º. Que muy reiteradamente le vio asistir con sus alumnos a procesiones, rogativas, misa y en general a los actos externos del culto católico. Resumiendo que en el orden particular y profesional es un hombre digno de las consideraciones, respetos y afectos que le tributa la gran mayoría de este vecindario”.
Primitivo Molina Rodríguez, propietario e industrial, dueño de una ferretería, que vivía en la calle Marqués de Mudela – hoy Castillo -, se pronunciaba así:
Juan Manuel Santos
Suscribe lo arriba expresado y quiere destacar que el Sr. Miras reiteradamente condenó los delitos de los rojos. Su pública protesta por el incendio de la Iglesia parroquial le costó, como al que suscribe, una multa y nuevos alojamientos. Fué constante la expresión de sus anhelos por que pronto el glorioso Ejercito nacional liberara a esta población de tanta barbarie marxista
Por su parte, el propietario Andrés Galera, que vivía en el número 32 de la calle Fontanilla, aseguraba: “Suscribo cuanto antes queda consignado por conocimiento de ciencia propia, conocer al Sr. Miras desde mi niñez y fue el Maestro mío y de mis hijos”.
Por último, Miras adjuntó un escrito conjunto del abogado Luis Esteso (propietario y juez municipal), Juan Manuel Santos (propietario residente en la calle Virgen nº 4), Julián Esteso (médico de asistencia pública domiciliaria) y José Minguijón (médico e industrial), escrito fechado también el 22 de enero de 1940 y dirigido “A las Autoridades correspondientes del Ministerio de Educación Nacional”. Éste era su contenido:
Julián Esteso Cenjor
Los que suscriben, vecinos de Campo de Criptana, padres de familia, quienes desde hace muchos años conocen al maestro Don Domingo Miras Reche, y la mayoría de ellos han sido discípulos suyos, hacen por su espontanea y libre voluntad las siguientes manifestaciones:
PRIMERA. Que nos consta su intachable conducta moral, antes y después del Glorioso Movimiento Nacional-sindicalista, siendo igualmente merecedora de alabanza su conducta y actuación social, desconociendo la filiación política del mismo por no haberla manifestado externamente.
SEGUNDO. Que durante la guerra civil, ha censurado acremente y algunas veces en público, los hechos vandálicos cometidos por las hordas rojas en esta localidad.
TERCERO. Que su conducta profesional dentro y fuera de la escuela, ha correspondido exactamente a la misión encomendada al mismo, siendo sus enseñanzas en la escuela en armonía con los principios de moral cristiana que han imperado siempre en España.
CUARTO. Que le han visto asistir con sus alumnos, y algunos de los firmantes le han acompañado en su calidad de tales, a las manifestaciones externas del culto, como procesiones, misas, rogativas, etc.”.
Manifestaciones todas ellas coincidentes en resaltar las bondades, en todos los sentidos, de la persona de Miras. ¿Valdrían para algo, servirían para conseguir su objetivo de salir limpio de las acusaciones que se le habían hecho?


FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS