El
pliego de descargos de Domingo iba acompañado de documentos que apoyaban sus
argumentos. Algunos trataban de hacer ver a sus acusadores que sus relaciones
con los “rojos” durante la guerra no habían sido amistosas precisamente.
Así,
el denominado “Comité de Defensa de la República”, integrado por Partido
Socialista, Izquierda Republicana, Radio Comunista y Unión General de
Trabajadores (U.G.T.), firmaba a 20 de noviembre de 1936 el acuse de recibo de 72 pesetas pagadas
por Miras y que eran el importe de jornales pagados a los obreros José Alarcos
y Andrés Dorado por su participación en el trabajo de demolición de la iglesia
parroquial durante los días 16 y 21 de ese mes. Nuestro maestro consideraba esa
contribución como una “multa impuesta,
como a persona de derechas” para colaborar en dicha tarea.
Otro
de los documentos aportados era un “apercibimiento
amenazador” remitido a Miras por el Comité antes citado el 23 de noviembre
de 1936 “en el periodo álgido de los
paseos” (alusión clara a la práctica de asesinatos cometidos por algunas
personas integrantes del sector fiel al gobierno republicano). En él se decía:
“Según informes recibidos en este Comité,
han sido varias las prórrogas que se le han concedido para que pague lo que adeuda
por pavimentación en la calle de la Democracia [calle Convento] (…) si en el plazo de cuatro días, a contar de
la fecha de la presente comunicación, no cumple como buen ciudadano (…) se tomará una determinación que sería
dolorosa y quisiéramos evitar …”.
Un
tercero era un escrito de la Comisión de Evacuación y Asistencia a Refugiados,
dependiente de del Consejo Municipal, de 1 de julio de 1937, firmado por
Francisco Olmedo: “Admita V. a estos
evacuados sin excusa ni pretexto alguno, dándole la manutención diariamente y
en caso contrario le abonará cuatro pesetas diarias”.
Otros
documentos presentados pretendían demostrar la ubicación del maestro lejos de
la colaboración con los “rojos”. Uno de
ellos era el firmado el 29 de abril de 1939 por José Bermúdez, delegado local
de Administración de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., cuyo
contenido señalaba: “D. Domingo Miras
Reche hace entrega en esta Administración de la cantidad de cien pesetas, para
atender al desenvolvimiento de esta Organización”. Dicho de otra forma, que
había colaborado con el partido único del franquismo tras la guerra.
Además
de otros apoyos documentales recibidos de Somontín (Almería), incluidos en el
capítulo de esta serie, aportó distintos avales – firmados a 22 de enero de 1940
- de personas “respetables” de Campo de Criptana, que se reproducen a
continuación:
“Los que abajo firmarán, padres de familia y
vecinos de esta localidad manifiestan: Que desde hace muchos años conocen en
trato constante al maestro D. Domingo Miras Reche quien les merece el concepto
siguiente.
Sinesio Cabañero Fernández
– Padre de familia -. Desde mas de treinta años conoce muy de cerca al maestro
Sr. Miras Reche y tiene la mas profunda convicción: 1º Que su conducta moral y
social fue siempre y continua siendo de las mas correctas entre las de la
Poblacion; ignorando su filiación política por que nunca la expuso publica ni
privadamente. 2º. Que durante el glorioso Movimiento nacional-sindicalista le
oyo reiteradamente la condenación de los delitos cometidos por los rojos en la
localidad y expreso sus anhelos por la liberación. 3º. Que en toda ocasión,
dentro y fuera de la Escuela, dio a sus discípulos y personas que le oyeron las
mas sanas enseñanzas de Moral, respeto a las autoridades y superiores al par
que para todas las personas, con obediencia para aquellas y afectos para los
demás. 4º. Que muy reiteradamente le vio asistir con sus alumnos a procesiones,
rogativas, misa y en general a los actos externos del culto católico.
Resumiendo que en el orden particular y profesional es un hombre digno de las
consideraciones, respetos y afectos que le tributa la gran mayoría de este
vecindario”.
Primitivo
Molina Rodríguez, propietario e industrial, dueño de una ferretería, que vivía
en la calle Marqués de Mudela – hoy Castillo -, se pronunciaba así:
Juan Manuel Santos |
“Suscribe lo arriba expresado y quiere
destacar que el Sr. Miras reiteradamente condenó los delitos de los rojos. Su
pública protesta por el incendio de la Iglesia parroquial le costó, como al que
suscribe, una multa y nuevos alojamientos. Fué constante la expresión de sus
anhelos por que pronto el glorioso Ejercito nacional liberara a esta población
de tanta barbarie marxista”
Por
su parte, el propietario Andrés Galera, que vivía en el número 32 de la calle
Fontanilla, aseguraba: “Suscribo cuanto
antes queda consignado por conocimiento de ciencia propia, conocer al Sr. Miras
desde mi niñez y fue el Maestro mío y de mis hijos”.
Por
último, Miras adjuntó un escrito conjunto del abogado Luis Esteso
(propietario y juez municipal), Juan Manuel Santos (propietario residente en la
calle Virgen nº 4), Julián Esteso (médico de asistencia pública domiciliaria) y
José Minguijón (médico e industrial), escrito fechado también el 22 de enero de
1940 y dirigido “A las Autoridades correspondientes
del Ministerio de Educación Nacional”. Éste era su contenido:
Julián Esteso Cenjor |
“Los que suscriben, vecinos de Campo de
Criptana, padres de familia, quienes desde hace muchos años conocen al maestro
Don Domingo Miras Reche, y la mayoría de ellos han sido discípulos suyos, hacen
por su espontanea y libre voluntad las siguientes manifestaciones:
PRIMERA. Que nos
consta su intachable conducta moral, antes y después del Glorioso Movimiento
Nacional-sindicalista, siendo igualmente merecedora de alabanza su conducta y
actuación social, desconociendo la filiación política del mismo por no haberla
manifestado externamente.
SEGUNDO. Que durante
la guerra civil, ha censurado acremente y algunas veces en público, los hechos
vandálicos cometidos por las hordas rojas en esta localidad.
TERCERO. Que su
conducta profesional dentro y fuera de la escuela, ha correspondido exactamente
a la misión encomendada al mismo, siendo sus enseñanzas en la escuela en
armonía con los principios de moral cristiana que han imperado siempre en
España.
CUARTO. Que le han
visto asistir con sus alumnos, y algunos de los firmantes le han acompañado en
su calidad de tales, a las manifestaciones externas del culto, como
procesiones, misas, rogativas, etc.”.
Manifestaciones
todas ellas coincidentes en resaltar las bondades, en todos los sentidos, de la
persona de Miras. ¿Valdrían para algo, servirían para conseguir su objetivo de
salir limpio de las acusaciones que se le habían hecho?
FRANCISCO
ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS