En este año bisiesto de 2016 se cumplen ochenta años desde que dio inicio
una terrible y odiosa guerra civil entre españoles que se prolongó durante casi
tres años. En este blog a lo largo de los próximos meses irán apareciendo
artículos que evocarán los últimos tiempos del régimen republicano en paz así
como los primeros meses de aquel conflicto fratricida.
El paso de la Monarquía a la Segunda República en España tuvo un hito
destacado en las elecciones municipales del domingo 12 de abril de 1931, que
tuvieron como consecuencia inmediata la renuncia y exilio de Alfonso XIII y la
proclamación del nuevo régimen, plenamente democrático, dos días después. Entre
1931 y 1936 se sucedieron diferentes gobiernos en etapas bien marcadas por el
predominio de partidos de izquierda o de derecha.
Alejandro Lerroux, líder del Partido Republicano Radical |
Una vez celebradas elecciones generales en junio de 1931 y aprobada la
nueva Constitución, en diciembre de ese año, se formó un gobierno presidido por
Manuel Azaña que inauguró un bienio dominado por la izquierda, dentro de la que
el socialismo tuvo un claro protagonismo. En las elecciones de noviembre de
1933 se produjo un vuelco electoral que marcó el signo de un nuevo periodo,
conocido como bienio radical-cedista por la presencia destacada del Partido
Radical de Lerroux y de la CEDA de Gil Robles, y que significó el predominio
del centro-derecha en una evolución cada vez más notoria hacia el
conservadurismo y la derechización del régimen.
José María Gil Robles, líder de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) |
El final de este segundo bienio tuvo su
origen en la profunda crisis política abierta en el Gobierno, cuya única salida
sería la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones. Dicha
crisis tuvo que ver con el hundimiento del Partido Radical de Lerroux, debido a
dos grandes escándalos de corrupción, fenómeno que no se ha inventado en el
siglo XXI. La izquierda comprendió la necesidad de ir unida a las elecciones y
formó la coalición llamada Frente
Popular, que comprendía desde los republicanos de Azaña hasta los
comunistas; incluso los anarquistas la apoyaron, aunque no la integraron. Su
programa electoral hacía hincapié en el restablecimiento de las reformas del
primer bienio (religiosas, educativas, sociales, territoriales, etc.) y en la
concesión de amnistía para los encarcelados y represaliados como consecuencia
de la revolución de octubre de 1934. En las elecciones del 16 de febrero de
1936 la participación electoral fue de casi el 73% del censo electoral. En
votos derecha y centro superaron ligeramente al Frente Popular, pero éste en
escaños en las Cortes obtuvo el 59%.
Primer Gobierno español del Frente Popular, presidido por Manuel Azaña |
El primer Gobierno del Frente Popular
estuvo compuesto sólo por republicanos (de Izquierda Republicana y de Unión
Republicana), sin la participación de socialistas ni de comunistas. Las
primeras actuaciones del Gobierno fueron: amnistía para todos los represaliados
tras la revolución de 1934 y su reingreso en sus puestos de trabajo, restauración
del Estatuto de Autonomía de Cataluña y aceleración de la reforma agraria (entre marzo y julio de
1936 la expropiación y reparto de tierras se hicieron en una proporción cuatro
veces superior a lo hecho entre 1932 y 1934). Asimismo, una medida importante
fue la reposición de los ayuntamientos salidos de las elecciones municipales de
abril de 1931, ayuntamientos que habían sido suspendidos gubernativamente en el
transcurso del bienio radical-cedista y sustituidos por otros designados “a
dedo” por imposición de la derecha gobernante en ese periodo; en el conjunto de
España los ceses de las corporaciones municipales elegidas democráticamente fueron
precedidas de inspecciones y a renglón seguido eran designadas comisiones
gestoras formadas por personas relacionadas con el Partido Republicano Radical,
la CEDA y otras fuerzas conservadoras.
Antíoco Alarcos |
A
este último aspecto me refiero a continuación centrándome en Campo de Criptana.
Aquí, como resultado de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, ningún
partido político obtuvo mayoría absoluta; tres días después tomó posesión como
alcalde el socialista Emilio Sepúlveda Muela, por designación unánime de los
concejales electos de su propio partido y de partidos republicanos, y el día 16
tuvo lugar la proclamación de los concejales que habían sido elegidos por los
ciudadanos (en total, el Ayuntamiento estaba formado por veinte personas). La
distribución de cargos, aparte del citado alcalde, quedó así:
Antíoco Alarcos
Rodríguez, primer teniente de alcalde
Manuel Vela
López-Alcolado, segundo “ “
Diomedes Ortiz
Ortega, tercer “ “
Santiago Olmedo
Díaz-Hellín, cuarto “ “
Antonio Anento
Lara, regidor síndico
Regidores
(concejales):
Gregorio
Ortiz Arteaga
Manuel
Quirós Díaz-Ropero
Antonio
Sepúlveda Alarcos
Crescenciano
Angulo Rodríguez
José
Vicente Bustamante López-Pintor
Manuel
Lara Leal
Patricio
Cruz Pérez-Bustos
Ramón
Díaz-Hellín Jiménez
Vicente
Violero Angulo
José
Ocaña Díaz-Hellín
Luis
Sánchez-Manjavacas Díaz-Ropero
José
Antonio Olmedo Muñoz
Jesús
Plaza Carrillejo
Martín
Marcos-Alberca Olivares
Durante el bienio radical-cedista
(recuérdese, con la derecha en el poder) - “bienio negro” lo denominó la
izquierda - se produjo el cambio de composición de la corporación municipal por
orden del gobernador Civil de la provincia, por tanto de forma no democrática. Fue en la sesión extraordinaria de 13 de
septiembre de 1934, presidida por el Delegado gubernativo Manuel Rufilanchas
Peláez, que comunicó la suspensión de todos los concejales que entonces
componían el Ayuntamiento criptanense y dio posesión, en lugar de ellos, a los
siguientes, nueve de ellos independientes y once del Partido Republicano
Radical (PRR) de Alejandro Lerroux:
Rufino
Manzaneque Olivares (Independiente)
Alejandro
Manzaneque (Independiente)
Francisco
Lucerón Carrillejo (Independiente)
Gregorio
Quirós Quirós (Independiente)
Dionisio
de la Torre García (PRR)
Amadeo
Badía Arnabat (PRR)
Santiago
Olivares Sepúlveda (PRR)
Ángel
Morales Alarcos (PRR)
Isidoro
Abad Gutiérrez (PRR)
Jesús
Quintanar López-Pintor (PRR)
Julio
Casero Palomino (Independiente)
Vicente
Díaz-Hellín Alberca (PRR)
Timoteo
Mellado Camuñas (Independiente)
Santiago
Luján Casarrubios (PRR)
Juan
Bustamante Manzaneque (PRR)
Francisco
Iniesta Quintanar ((PRR)
Julián
López-Pintor (Independiente)
Eusebio
Olmedo Carramolino (Independiente)
Francisco
Lorente Alberca (Independiente)
Aurelio
López García (PRR)
Después, en votación secreta, fue
elegido alcalde Dionisio de la Torre García, y también por votación secreta
secreta, se eligió como tenientes de alcalde a Aurelio López, Gregorio Quirós
Quirós, Julián López-Pintor y Santiago Luján. Como regidores síndicos (1º y 2º
respectivamente) quedaron Francisco Iniesta y Vicente Díaz-Hellín.
Algunos cambios hubo posteriormente.
Así, Aurelio López ocupó interinamente durante un tiempo el cargo de alcalde
tras la renuncia de Dionisio de la Torre (18 de febrero de 1935). El concejal
Ángel Morales renunció el 27 de mayo de ese año. Las dos vacantes fueron
cubiertas, también por designación gubernativa, por Juan Manuel Santos Montes y
José María Molina Rodríguez, que tomaron posesión en la sesión extraordinaria
de 10 de abril de 1935, en cuyo transcurso fue elegido alcalde Juan Manuel
Santos (PRR), que en su intervención señaló que veía inoportuno trazar ningún
programa “toda vez que hay tarea suficiente con atender la resolución de los
problemas que actualmente hay planteados, principalmente el del paro obrero”.
Tras las elecciones del 16 de febrero
de 1936, con los consiguientes cambios políticos ocurridos y las medidas
adoptadas indicadas más arriba, el 21 del mismo mes se inició el proceso de
reposición del Ayuntamiento que había hasta septiembre de 1934. A la 1 de la
tarde en el despacho del alcalde se personaron Antíoco Alarcos Rodríguez,
Manuel Quirós, José Antonio Olmedo y otros vecinos, para hacerse cargo del
poder como concejales electos el 12 de abril de 1931. No estaban presentes ni
el alcalde, Juan Manuel Santos Montes, ni ningún concejal de los que había
hasta entonces.
Aurelio López |
Antíoco, mediante policías, requirió
la presencia del alcalde y de los tenientes de alcalde. El alcalde Santos no
acudió por estar enfermo, el teniente de alcalde Gregorio Quirós estaba
ausente, pero luego llegaron los tenientes de alcalde Julián López-Pintor y
Aurelio López. Se leyó el telegrama del día anterior del Gobernador de la provincia
en el que se ordenaba la reposición del ayuntamiento de 1931. Antíoco dijo que,
ofreciendo dificultades la reposición del anterior ayuntamiento (el de 1931)
por muerte de algunos concejales, ceses, etc., estaba dispuesto, en unión de
Quirós y de Olmedo, a hacerse cargo de la corporación municipal, y completarla
con ocho vecinos de los grupos políticos triunfantes en las elecciones, que
serían los siguientes, con carácter provisional: Juan Manuel Sánchez
Calcerrada, Leovigildo Romeral, Hilario Velasco, Manuel Casarrubios, José Mª
Bustamante, Jesús Almendros, Manuel Martín Casero y Valentín Pintado.
Pasaron al salón de sesiones y Aurelio
López, como primer teniente de alcalde, hizo entrega solemne de la vara de
alcalde en señal de posesión del cargo a Antíoco Alarcos Rodríguez.
Antíoco envió copia del acta al
Gobernador. De los que había en ese momento Antíoco había sido el de mayor número
de votos en abril de 1931. Antíoco comunicó al Gobernador que había nombrado
provisionalmente a ocho, y que esperaba las órdenes oportunas. El 28 de febrero
el Gobernador escribió al nuevo alcalde y le notificó que “dadas las circunstancias de garantizar el orden público” suspendía
en sus funciones concejiles a Diómedes Ortiz Ortega, Santiago Olmedo Muñoz,
Vicente Violero Angulo, Ramón Díaz-Hellín Giménez, José Ocaña Díaz-Hellín,
Jesús Plaza Carrillejo, Manuel Lara Leal, Patricio Cruz Pérez-Bustos y
Crescenciano Angulo Rodríguez, todos ellos, como se ha visto, integrantes del
primer ayuntamiento republicano en 1931(la suspensión tenía que ver con
conflictos surgidos en los años interiores en el plano municipal) y nombraba como
miembros de la Corporación a los siguientes:
Juan
Manuel Sánchez Calcerrada
Manuel
Casarrubios Utrilla,
Leovigildo
Romeral Ortiz,
José
Lara Aguilera
Hilario
Velasco Moratalla
Metodio
Martín Casero
Juan
José Condés
Juan
Lucas Torres
José
Antonio Utrilla Lizcano
Jesús
Almendros Espinosa
José
Mª Bustamante
Valentín
Pintado Arteaga
Manuel
Martín Casero
Julián
Vela Díaz-Parreño
Domingo
Ortiz Manzaneque
Julián
Aguilar Gómez
Zoilo
Moratalla Muñoz
Éstos más Antíoco, José Antonio Olmedo
y Manuel Quirós formarían el ayuntamiento interino; entre ellos elegirán al
alcalde y demás cargos, y se remitiría al Gobernador la certificación del acta
de constitución.
Juan Manuel Sánchez Calcerrada |
En la sesión extraordinaria del 29 de
febrero de 1936 quedó definitivamente constituido el nuevo Ayuntamiento, cuyos
componentes no eran exactamente todos los de abril de 1931 pero por su
composición ideológica correspondían al escenario político inaugurado tras el
triunfo del Frente Popular. Fue el alcalde Juan Manuel Sánchez Calcerrada. Los
tenientes de alcalde fueron, por este orden, José María Bustamante Galindo,
Leovigildo Romeral Ortiz, Manuel Martín Casero e Hilario Velaco Moratalla; el
síndico, Antíoco Alarcos Rodríguez, y como concejales el resto de los
relacionados anteriormente. Pasado el tiempo algún cambio se produjo; así, el
12 de junio dimitiría Juan Manuel Sánchez y siete días después fue elegido
alcalde Leovigildo Romeral, cuyo cargo de segundo teniente de alcalde pasó a
manos de Juan José Condés. En su inmensa mayoría eran afiliados a Izquierda
Republicana (el partido liderado por Manuel Azaña) y al Partido Socialista
Obrero Español. La actuación de aquel Ayuntamiento no iba a ser una tarea
fácil. En el horizonte irían apareciendo negros nubarrones que derivarían en
una gran tormenta.
FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS