lunes, 5 de junio de 2017

18 de JULIO DE 1945: CELEBRANDO UNA DE LAS FECHAS MÁS NEGRAS DE LA HISTORIA DE ESPAÑA

El golpe de estado acaecido en España en julio de 1936 se inició con una sublevación militar dirigida contra el Gobierno de la Segunda República surgido de las elecciones generales de febrero de ese año, sublevación cuyo fracaso parcial condujo a una guerra civil de casi tres años de duración y, derrotada la República, al establecimiento de una dictadura, vigente en el país hasta poco después de la muerte del dictador, el general Francisco Franco Bahamonde. No fue el primer episodio que tenía como objetivo subvertir el orden constitucional y democrático republicano. Ya el 10 de agosto de 1932 había tenido lugar un intento de golpe de estado contra la República, liderado por el general Sanjurjo, que fracasó al completo.
En 1936, desde el mismo momento de la victoria electoral de la coalición del Frente Popular en el mes de febrero, oficiales reaccionarios y monárquicos comenzaron la preparación de una sublevación militar, lo que más o menos coincidió en el tiempo con la actividad del propio dirigente de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) José Mª Gil-Robles – el mismo que ya en diciembre de 1935 había contactado con altos jefes militares (Fanjul, Goded, Franco) para tantear su actitud ante un posible uso de la fuerza -, tendente a impedir que los vencedores en las elecciones llegaran al poder; trató de que el todavía presidente en funciones del Gobierno, Manuel Portela Valladares, declarase el estado de guerra y anulara las elecciones, y algo similar procuró Franco, que todavía era Jefe del Estado Mayor del Ejército.
18 de julio de 1936 en Ceuta.
Yagüe anuncia la llegada de Franco.
En la tarde del 17 de julio de 1936 el alzamiento de jefes militares caracterizados por su conservadurismo se inició en Melilla y se extendió con rapidez a Tetuán y Ceuta, ciudad de la que se apoderó el entonces teniente coronel Juan Yagüe. Cuando Franco, llegado desde Canarias, se puso al mando de las tropas coloniales sublevadas, el Marruecos español era dominado por los rebeldes. El día 18 la sublevación se fue extendiendo por la España peninsular.
El Fuero del Trabajo, una de las denominadas leyes fundamentales del franquismo, promulgada en 1938, declaró fiesta nacional el 18 de julio, “Fiesta de Exaltación del Trabajo” como conmemoración de la “iniciación del glorioso alzamiento”. Con ese doble valor de exaltación y conmemoración mantenía la efeméride la orden del Ministerio de la Gobernación del 15 de julio de 1939. Así fue hasta que el Consejo de Ministros el 1 de diciembre de 1977 decidió suprimir esa festividad tan ligada al golpismo militarista.
18 de julio de 1936 en Toledo.
Lectura del bando
que declaraba el estado de guerra
Para los vencedores en la guerra civil, cada 18 de julio era algo muy especial. En el segoviano palacio de la Granja de San Ildefonso Francisco Franco, Jefe del Estado y del Gobierno, anfitrión de altas personalidades nacionales y de diplomáticos de otros países, conmemoraba aquella sublevación militar que a la larga dio inicio a un régimen político dictatorial que se prolongó durante casi cuatro décadas y que tantas desgracias de todo tipo provocó para una gran parte de los españoles. En tal fecha a lo largo y ancho de España cada año menudeaban los desfiles militares.
Como una muestra de lo que en tal fecha se organizaba por el poder municipal en Campo de Criptana, traslado a este artículo el contenido de una nota sobre la cuenta de lo gastado por el Ayuntamiento criptanense en la comida que ofreció a las jerarquías locales del llamado Movimiento (léase Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), al Sr. Cura Párroco y al Jefe de Puesto de la Guardia Civil con motivo del 18 de julio de 1945. Transcribo la nota del importe en pesetas del banquete tal como se conserva en el original:
Viaje a Alcázar para adquirir provisiones, 10
2 arrobas de vino, 46
1 kg de galletas, 20
7 kg de ternera a 16 pesetas, 112
1 lata de almejas, 25
Longaniza para entremés, 35
2 kg de gambas, 12
6 docenas de huevos, 66
10 litros de leche, 10
Vainilla, 1
1 kg de azúcar, 12
4 botes de guisantes,  15,40
8 panes,  14,40
Aceite y aceitunas,  13,40
Fruta de varias clases, 36
Asadura, 8
Diversos condimentos,  2,70
Leña y carbón, 9
Sifones y gaseosas, 16
Palillos, 0,60
12 botellas de sidra, a 7,50,  90
1 barra de hielo, 10
25 helados, 35
32 cañas de cerveza y 1,5 litros de vermut,  42
20 cigarros puros, 66

Ascendió, pues, el gasto a 708 pesetas, una cantidad que vista desde 2017 resulta irrisoria, pero que cobra más sentido si se tienen en cuenta otras cifras; por ejemplo, el salario medio diario por entonces en este pueblo era de unas 8 pesetas (dedúzcase su poder adquisitivo). Por otra parte, puede considerarse obsceno efectuar un gasto a todas luces innecesario cuando parte de la población de la localidad en su día a día lo estaba pasando mal, de lo que dan idea las cifras medias del número de parados (según cálculo oficial hecho por las autoridades locales criptanenses) por día durante los meses que se citan a continuación, precisamente del año 1945:

Enero, 120
Febrero, 100
Marzo, 92
Abril, 80
Mayo, 70
Junio, 45
Noviembre, 70
Diciembre, 115

Más obsceno aún cuando con poca diferencia temporal algún concejal decía que habiéndose “reproducido la plaga de mendigos que algún tiempo estuvo contenida (...) espectáculo deprimente que debía evitarse pues para eso existían los comedores de Auxilio Social, debería el alcalde publicar un bando en el que se prohibiera la mendicidad y “sancionando con multas tanto a los que pidan como los que den públicamente limosnas”. Y no se olvide que la represión sobre los vencidos continuaba.

     FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS