domingo, 24 de diciembre de 2017

ANTE EL ERROR, UNA NECESARIA Y, POR LO TANTO, INELUDIBLE ACLARACIÓN

Vuelvo al tema del musical LOS MISERABLES, que con pleno éxito se está representando en el Teatro Cervantes de Campo de Criptana. Este retorno resulta obligado pues tiene que ver con un error que se ha deslizado en el programa de mano, cuya portada aquí se reproduce.
Me explico. El error a que aludo tiene que ver con el escrito firmado por la Junta Directiva de la Asociación Benéfico-Cultural del Convento. Se trata de un error de imprenta, a la que se entregó dicho escrito cuyo contenido es el que aparece completo unas líneas más abajo, pero que una vez impreso quedó reducido a tres párrafos de los cuatro que figuraban en el original, al faltar uno, concretamente el tercero, ausente del programa, precisamente en el que la Directiva agradecía el trabajo de quienes han hecho posible la representación.
Para evitar malentendidos y para dejar claro que está Asociación sí que sabe reconocer los méritos de cada cual, es la razón por la que a continuación, línea por línea y párrafo por párrafo, se reproduce el dichoso escrito.


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Se han cumplido diez años desde que esta Asociación comenzó a organizar actos cuyo objetivo ha sido lograr la restauración de la iglesia del desaparecido Convento de Carmelitas Descalzos, sin duda el monumento religioso más relevante de que dispone Campo de Criptana.
A lo largo de esta década se ha ido sucediendo una gran variedad de acciones para las que siempre se ha contado con la generosidad de muchísimas personas, en definitiva de todo un pueblo cuya solidaridad ha quedado sobradamente puesta de manifiesto a la hora de comprar lotería de Navidad, libros, camisetas, etc., etc., así como en cuantas ocasiones han tenido que adquirir localidades para asistir a diversidad de espectáculos como el que ahora suscita un interés sin límites.
LOS MISERABLES, un musical ampliamente representado en los principales teatros del mundo desde 1980, llega a nuestro Teatro Cervantes de la mano de un grupo bastante numeroso de hombres y mujeres cuyos directores se pusieron en contacto hace un tiempo con nosotros para ofrecernos su trabajo, un gran esfuerzo llevado a cabo no solamente por quienes aparecen en escena o interpretan la música, sino también por quienes han aportado igualmente muchas horas de su tiempo y no se ven actuando pero cuya excelente obra es más que evidente.
A todos, incluido el público asistente, nuestro más sincero agradecimiento, así como a personas, colectivos e instituciones que con su colaboración hacen posible que esta Asociación pueda culminar felizmente, en su vertiente económica, el objetivo señalado al principio de este escrito, objetivo que se verá completado cuando el templo, además de su función religiosa, que ya cumple desde 2009, esté abierto también para los visitantes.
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Reflejado queda. Por elemental justicia, a cada cual lo suyo.

        FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS

martes, 5 de diciembre de 2017

PARA SITUAR LOS MISERABLES

En 1862 se publicó la novela LOS MISERABLES. Su autor, Victor Hugo (1802-1885), novelista además de poeta y dramaturgo, un francés que, aún niño, en 1811 y 1812 residió con su familia en Madrid, en el transcurso de la llamada Guerra de Independencia (1808-1814), en la que su padre, el general J. L. S. Hugo, participó formando parte del ejército napoleónico.

Obras importantes suyas, aparte de la citada, son:
Odas y poesías diversas (1822) y Las Orientales (1829), en el terreno poético.
En narrativa, la novela Nuestra Señora de París (1831)
Los dramas Marion Delorme (1828), Hernani (1830), Ruy Blas (1838), y Cromwell (1827), al que se considera el manifiesto fundacional del teatro romántico, caracterizado por el rechazo de las reglas del teatro neoclásico y por la proclamación de la libertad en el arte.

Tras el golpe protagonizado en 1851 por Napoleón III, al que Hugo era contrario, se exilió en el Reino Unido, de donde regresó en 1870. En ese tiempo escribió varias obras, entre ellas Los Miserables, en la que denunció la precaria situación de los sectores sociales más humildes.
Victor Hugo

Victor Hugo, republicano por los cuatro costados, también se dedicó a la política, pero por poco tiempo. Considerado uno de los más destacados escritores franceses, a su muerte el gobierno galo decretó un día de luto nacional y sus restos fueron trasladados al Panteón, cementerio de personas ilustres en el que están enterrados, entre otros, Voltaire, Rousseau, Zola, Jean Monnet, Alexandre Dumas y el matrimonio Curie.

En LOS MISERABLES sitúa al lector ante grandes temas de la vida individual y social: la ética, la justicia, el bien y el mal, la religión, la política, etc. El autor se posiciona en la defensa de los oprimidos así como en la oposición a la pena de muerte sea cual sea el lugar y el  momento histórico. La obra es un clarificador estudio de la sociedad del siglo XIX, en la que la pobreza era la condición de un segmento muy amplio de la población. Era aquella una sociedad conservadora, clasista y machista que provocaba descontento político en la burguesía y desazón social en las clases bajas por su situación económica; precisamente, la parte realmente importante de la obra es la gente, el pueblo.
Los sucesos revolucionarios de 1832 en París, que aparecen en la novela, no surgieron de la nada. Napoleón y su Imperio fueron vencidos definitivamente en 1815. En los años siguientes, con más o menos dificultades, el liberalismo y el nacionalismo irían difundiéndose por Europa, con tres ciclos revolucionarios en torno a las fechas de 1820, 1830 y 1848.
La libertad guiando al pueblo (E. Delacroix, 1830),
todo un icono de la revolución
Aunque el sector agrario predominaba en la economía francesa allá por 1830, la industria iba ganando terreno. Entre 1814 y 1830 los monarcas borbones Luis XVIII y Carlos X gobernaron el país de forma absolutista en la época llamada de la Restauración. La revolución de julio de 1830 acabó con ese régimen, dando inicio a la etapa de la monarquía liberal y burguesa con Luis Felipe de Orleáns, en el poder hasta que en febrero de 1848 estalló una nueva revolución.
En ese tiempo las masas populares fueron ganando espacio e influencia social al tiempo que se fueron difundiendo ideologías que las apoyaban, en un contexto en el que en las ciudades aumentaban su población con gentes llegadas de zonas rurales que poco a poco iban tomando conciencia de clase explotada en una sociedad cada vez más evolucionada y más injusta. Las tensiones sociales se incrementaron de forma paralela al surgimiento de sindicatos en las ciudades que se industrializaban, como París, donde en 1832 y 1834 se produjeron revueltas obreras.
Entre 1827 y 1832 hubo graves problemas económicos en Francia: sucesión de malas cosechas, escasez, subidas de precios, con la consiguiente desazón social. Por si fuera poco, en la primavera de 1832 por toda Europa se extendió el cólera. En París murieron más de 18.000 personas, con los barrios pobres como más afectados; allí tuvo lugar en junio de 1832 una insurrección de matiz republicano y antimonárquico, descrita en LOS MISERABLES.
EL MUSICAL
Fue creado por Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg y estrenado en 1980 en París; cinco años después el evento tuvo lugar en Londres. A partir de entonces y hasta ahora ha sido representado en numerosas ciudades, como Madrid, donde se estrenó la versión en castellano en el Teatro Nuevo Apolo, siendo algunos de sus intérpretes Pedro Ruy-Blas y Gema Castaño.
El personaje central es Jean Valjean, que permaneció diecinueve años en prisión por un robo insignificante. Una vez libre, sobrevivir le resultó muy difícil por su pasado y se vio sometido a una implacable persecución policial. Él, como otros, se verían envueltos en la revolución parisina de 1832.


 A partir del 21 de diciembre este musical tendrá como escenario el Teatro Cervantes de Campo de Criptana con un fin solidario: contribuir a liquidar la parte de deuda pendiente contraída con motivo de las obras de restauración de la iglesia del antiguo Convento de Carmelitas Descalzos de esta villa, deuda consistente en el importe de lo que resta por satisfacer de un préstamo bancario que en su momento contrajo la Parroquia criptanense de Nuestra Señora de la Asunción para atender una porción del coste de la obra y al que ha ido haciendo frente la Asociación Benéfico-Cultural del Convento, que desde 2007 viene organizando actos de todo tipo para recaudar todo el montante del gasto derivado de la restauración del templo, una obra que ha superado ampliamente la cantidad de 700.000 euros.

Iglesia del Convento ( siglo XVIII)
La Asociación, de la que soy miembro, anima a todos a presenciar el espectáculo, preparado con mimo por gran cantidad de personas, y les da las gracias por su colaboración con el mencionado fin solidario.
    FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS