Vimos con anterioridad los
informes favorables hacia la persona de Domingo Miras. Signo bien distinto
tuvieron los que sobre él fueron facilitados desde Campo de Criptana. El
primero de ellos, de 4 de diciembre de 1939, fue elaborado por una llamada “Comisión Informadora” constituida en el
Ayuntamiento y firmado por M. Manzanares y J. Guía. Sin asignar a Miras ninguna
filiación política, de él se decía que antes del 18 de julio de 1936 “… colaboro (sic) (*) con gran intimidad con el partido Socialista y U.G.T.”, así como
que durante la guerra su colaboración había sido “… permanente
con los partidos Socialista y los llamados del Frente Popular”.
Desde el
punto de vista religioso, los miembros de la Comisión aseguraban que “… fue Catolico y despues ha colaborado en
contra de la religión”, sin especificar detalles; en cuanto a su situación
económica, se calificaba de “… buena,
ademas de su sueldo posee una gran bodega [junto a su residencia, en la calle
Mompó] y edificios de casa habitación
bien situada de gran valor y de reciente construcción”. En el apartado de
“observaciones” se concluía señalando que “dada
su tendencia en favor de los rojos siendo propagador de ideas marxistas
perjudicando a las personas de orden se le juzga perjudicial su actuación para
el desempeño de su cargo” en la enseñanza.
Ramón González Peña |
La Delegación Local de
Información e Investigación de Falange Española Tradicionalista y de las
J.O.N.S. de Campo de Criptana, bajo la firma de quien ejercía el cargo de
delegado, C. Cedenilla, emitió su informe el 26 de diciembre de 1939; en
realidad existen dos, uno de ellos al parecer un borrador fechado veinte días
antes, por lo que lo que sigue es el resultado de lo incluido en ambos. Se pone
de manifiesto que Miras era “de ideologia
izquierdista”, “rojo”. Antes de
la sublevación militar de julio de 1936 su actuación, se aseguraba, había sido
“Francamente revolucionaria” y había
colaborado “… siempre en favor de todos
los partidos del Frente Popular, siendo una prueba el recoger firmas para que
indultasen al lider sindicalista Ramon Gonzalez Peña (**), cuando la revolucion de
octubre de 1934”.
Continúa el informe
afirmando que durante la guerra había sido un “Propagandista exaltado” que “Colaboró
con los elementos rojos de esta localidad, asi como toda su familia, insultando
al Glorioso Ejercito Nacional y a sus Generales”. En el apartado de la
religión, se le consideraba “ateo” y
no “catolico ferviente”. Su vida
pública merecía los calificativos de “regular”
y “mala”. De su vida privada por un
lado se dice que había sido “buena” y
por otro que “no se sabe aunque un dia
recibió una palizá de su hijo”. Por último, en el capítulo de Observaciones
se puede leer que “Ha sido entre todos
los maestros un acerrimo defensor de los ideales revolucionarios y
anticatolicos” y que “No se le
considera con moralidad suficiente para desempeñar cargos públicos, debido a su
ideologia marcadamente izquierdista”.
El tercer informe fue el
procedente de la Guardia Civil. El Comandante de Puesto de Campo de Criptana,
Antonio Ayala Buendía, lo firmaba a 19 de diciembre de 1939 y exponía lo
siguiente sobre Domingo:
Perteneció a “los partidos de izquierdas”.
“Se mostró en todo momento afecto a la causa izquierdsita [izquierdista], con motivo de los sucesos revolucionarios
del mes de octubre de 1.934, recorrió domicilios particulares, Cafés y Casinos,
pidiendo firmas para el indulto de la pena capital del funesto Gonzalez Peña y
demas elementos revolucionarios-marxistas de Asturias, declarando Laicas las
Escuelas que regentaba”.
En cuanto a los años de
duración de la guerra, “Aun cuando nó se
le puede imputar directamente cargos delictivos, se le considera como
instigador a los hechos vandálicos comtidos [cometidos] en esta localidad, dadas las enseñanzas que dió a sus discípulos y a las personas mayores que en
todo momento les mostró las ideas laicas”.
“Conceptuación policial regular”.
“Conceptuación religiosa mala”.
“Conceptuación de su vida pública mala”.
“Conceptuación de su vida privada buena”.
“No se le considera pato [apto] para
el desempeño de cargos publicos y menos los de su profesión como Inspector de
las Escuelas graduadas”.
Imagen habitual de un aula tras la última guerra civil |
Con todos estos datos, que
en su momento comentaré, aportados por las personas y organismos citados, la
Comisión Depuradora de Ciudad Real, dependiente del Ministerio de Educación
Nacional, formuló el 17 de enero de 1940 el pliego de cargos contra Domingo
Miras que puede resumirse como sigue:
Maestro de ideología
izquierdista.
Colaborador con el Frente
Popular.
Actuación a favor de la
concesión de indulto a Ramón González Peña, condenado a muerte en relación con
los sucesos de la revolución de octubre de 1934.
Colaboración con los “rojos” de Campo de Criptana durante la
guerra civil, en cuyo transcurso instigó, mediante sus enseñanzas laicas a
pequeños y mayores, hechos vandálicos.
Autor de insultos al
ejército franquista y a sus dirigentes.
Ateo en materia religiosa.
¿Qué ocurrió a partir de
entonces? Véanse los siguiente capítulos.
(*) Dada
la frecuencia de errores ortográficos en los documentos originales, sólo por
esta vez utilizaré el necesario sic.
(**)
Ramón González Peña (1888-1952), minero en su juventud, sindicalista y político
socialista, ocupó diversos cargos en la Unión General de Trabajadores. Diputado
por el PSOE en las Cortes de la Segunda República, fue uno de los dirigentes de
la revolución de octubre de 1934 en Asturias, por lo que fue condenado a muerte
en 1935, pena que le fue conmutada posteriormente por la de cadena perpetua.
Tras la victoria electoral del Frente Popular en febrero de 1936 salió de la
cárcel y llegó a ser elegido de nuevo diputado. Durante la guerra, además de
dirigente de U.G.T., fue ministro de Justicia en el segundo gobierno de Juan
Negrín. Murió durante su exilio en México.