De nada le valieron a este maestro las alegaciones por él presentadas
y los testimonios favorables aportados por distintas personas. La Comisión
Depuradora de Ciudad Real, presidida por Juan del Álamo, a 18 de marzo de 1940
consideró probados los hechos que se le imputaban y suficientes para imponerle
una sanción en cumplimiento de la Orden del Ministerio de Educación Nacional de
18 de mayo de 1939; por unanimidad tomó el acuerdo de proponer la jubilación
forzosa para Miras.
En virtud de ese acuerdo y a la vista del contenido del
expediente ya conocido, la Comisión Superior Dictaminadora de Expedientes de
Depuración de dicho Ministerio, que también tuvo en cuenta la Ley de 10 de
febrero de 1939, que fijaba normas sobre la depuración de funcionarios
públicos, estableció la sanción definitiva que recaía sobre Domingo Miras
Reche:
ü Suspensión de empleo y sueldo por un
año.
ü Traslado forzoso fuera de la
provincia de Ciudad Real.
ü Prohibición de solicitar durante tres
años cargos vacantes .
ü Inhabilitación para desempeñar cargos
directivos y de confianza en instituciones
culturales y de enseñanza.
Somontín (Almería), lugar de destierro de Domingo Miras |
Éste fue el remate de un proceso que, como muchos otros a lo
largo y ancho de la España franquista, ponía de manifiesto la particular forma
de entender la libertad de los docentes por un régimen político que trataba de
poner fuera de la circulación a cualquier persona discrepante con su doctrina
oficial, de silenciar a cualquiera de quien se tuviera la más mínima sospecha
de que no compartiera el nacionalcatolicismo imperante tras la guerra civil, de
aislar y apartar de su habitual entorno social a quien con su magisterio
profesional y personal pudiera influir, aunque fuese mínimamente, sobre otros;
un régimen, en definitiva, represor y de pensamiento único.
Calle de Somontín |
Domingo Miras eligió para su destierro volver a sus orígenes
y se estableció en Somontín. Pero el tiempo es implacable y justiciero. El
franquismo pasó a mejor vida – aunque
cierto es que hay quien lo añora – y el nombre de Domingo Miras no ha sido
olvidado en Campo de Criptana: un colegio de enseñanza infantil y primaria
lleva su nombre y, si las fuentes históricas son propicias, algún día podrá ver
la luz un estudio sobre su vida y sobre su obra educadora y cultural, con la que Campo de Criptana, pese a quien le pese, tiene contraída una deuda nada desdeñable.
Tras la recuperación de la democracia han proliferado publicaciones que reivindican la labor de los docentes reprimidos por el franquismo |
FRANCISCO ESCRIBANO
SÁNCHEZ-ALARCOS
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