viernes, 6 de febrero de 2015

CERVANTES Y EL QUIJOTE EN EL CALLEJERO DE CAMPO DE CRIPTANA (VIII)

DON QUIJOTE DE LA MANCHA / ALONSO QUIJANO EL BUENO (cont.)


Don Quijote (I. Zuloaga)
He aquí ahora algunos juicios y consideraciones sobre la personalidad de Don Quijote. En el prólogo de la primera parte de la obra Cervantes lo presenta como “ luz y espejo de toda la caballería andante (...) de quien hay opinión por todos los habitadores del distrito del campo de Montiel, que fué el más casto enamorado y el más valiente caballero que de muchos años á esta parte se vió en aquellos contornos “. En otro pasaje dice de él  que “ era algo curioso, y siempre le fatigaban deseos de saber cosas nuevas “  (Capítulo XXIV, 2ª parte) y hacia el final de la segunda parte lo proclama “ el gran Manchego “  (Capítulo LXXII, 2ª parte). También Sancho Panza, su fiel escudero, se refiere a su personalidad haciéndose eco de las opiniones de otros; así, en la carta que escribe a su mujer desde el castillo de los Duques, camino de Zaragoza,  dice: “ Don Quijote, mi amo, según he oido decir en esta tierra, es un loco cuerdo y un mentecato  gracioso “. (Capítulo XXXVI, 2ª parte).

Don Quijote con los galeotes
(G. Doré)
Sancho apreciaba a su amo, de lo que es buen testimonio lo que dice de él al escudero del Caballero del Bosque: “ no tiene nada de bellaco, ántes tiene un alma como un cántaro: no sabe hacer mal á nadie sino bien á todos, ni tiene malicia alguna: un niño le hará entender que es de noche en la mitad del dia, y por esa sencillez le quiero como á las telas de mi corazon, y no me amaño á dejarle por más disparates que haga “ (Capítulo XIII, 2ª parte); y cuando ambos se encuentran con Don Álvaro Tarfe, caballero granadino con el que entran en conversación sobre la segunda parte apócrifa de la novela, el escudero le dice: “ el verdadero Don Quijote de la Mancha, el famoso, el valiente y el discreto, el enamorado, el desfacedor de agravios, el tutor de pupilos y huérfanos, el amparo de las viudas, el matador de las doncellas, el que tiene por única señora á la sin par Dulcinea del Toboso, es este señor que está presente, que es mi  amo “ ( Capítulo LXXII, 2ª parte ). 

Sobre la locura o cordura de Don Quijote, el mismo Cervantes asegura que “ solamente disparataba en  tocándole  en la  caballería, y en los  demás  discursos  mostraba  tener claro y desenfadado entendimiento “ (Capítulo XLIII, 2ª  parte). El propio autor lo alaba tratándolo de “ famoso español  (...) , luz y espejo de la caballería manchega “  y lo destaca como “el primero que en nuestra edad y en estos tan calamitosos tiempos se puso al trabajo y  ejercicio de las andantes armas, y al de desfacer agravios, socorrer viudas, amparar doncellas, de aquellas que andaban con sus azotes y palafrenes, y con toda su virginidad á cuestas, de monte en monte y de valle en valle “   (Capítulo IX, 1ª parte).
Parece obligado citar otras líneas de este capítulo IX de la 1ª parte en que afirma el autor: “ en tanto que Don Quijote fue Alonso Quijano el Bueno á secas, y en tanto que fue Don Quijote de la Mancha, fue siempre de apacible condicion y de agradable trato, y por esto no sólo era bien querido de los de su casa, sino de todos cuantos le conocían “.

Tras el prólogo cervantino a la primera parte de la obra pueden leerse algunos  poemas dedicados a don Quijote de la Mancha, de los que selecciono dos:

“ AMADIS DE GAULA Á DON QUIJOTE DE LA MANCHA

SONETO

Tú, que imitaste la llorosa vida
Que tuve, ausente y desdeñado, sobre
El gran ribazo de la Peña Pobre,
De alegre á penitencia reducida:

Tú, a quien los ojos dieron la bebida
De abundante licor, aunque salobre,
Y alzándote la plata, estaño y cobre,
Te dió la tierra en tierra la comida:

Vive seguro de que eternamente,
En tanto al ménos que en la cuarta esfera
Sus caballos aguije el rubio Apolo,

Tendrás claro renombre de valiente,
Tu patria será en todas la primera,
Tu sabio autor al mundo único y solo. “


“ DON BELIANIS DE GRECIA Á DON QUIJOTE DE LA MANCHA

SONETO

Rompí, corté, abollé, y dije, y hice
Más que en el orbe caballero andante;
Fuí diestro, fuí valiente, fuí arrogante:
Mil agravios vengué, cien mil deshice.

Hazañas dí á la fama que eternice;
Fuí comedido y regalado amante;
Fué enano para mí todo gigante;
Y al duelo en cualquier punto satisfice.

Tuve á mis piés postrada la fortuna,
Y trajo del copete mi cordura
A la calva ocasion al estricote.

Mas aunque sobre el cuerno de la luna
Siempre se vió encumbrada mi ventura,
Tus proezas envid¡o, i oh gran Quijote! “ .



Don Quijote (H. Daumier)
A través de estos poemas, como por medio de los dedicados a otros personajes, Cervantes realiza una fina, burlesca e ingeniosa sátira de los libros de caballerías; de la misma forma parodia la costumbre que en aquella época había de introducir ridículos versos elogiosos en los preliminares de las obras que se publicaban.



FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS

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