viernes, 10 de marzo de 2017

LA COFRADÍA DE LA VERACRUZ DE CAMPO DE CRIPTANA (IV)

Instrumentos para hacer la burla
(Cofradía de Jesús Nazareno)

En este capítulo paso a ocuparme de la propiedades de esta Cofradía. Cuando en noviembre de 1568 la Orden de Santiago efectúa la correspondiente visita, no tenía todavía la imagen del Cristo de la Columna pero sí había procesiones en las que se sacaba a la calle una cruz grande, un crucifijo también grande, un estandarte de raso verde, cuatro cetros dorados y ocho cruces de madera que portaban los  miembros de la Junta.

Tenía también “ Un caro col grande e una trompeta  de madera para yr sonando en la proçesion el jueves santo”, utensilios que recuerdan los que poseía  – y algunos conserva - la cofradía de Jesús Nazareno; eran instrumentos con los que se hacía “la burlaa Jesús.

Muñidor
Para los enterramientos disponía de “Un cruçifixo pequeño (…). Unas andas para los difuntos. Dos açadones para hazer sepolturas y enterrar los hermanos. Un paño de terciopelo verde para enterrar los difuntos”. Además contaba con ornamentos, un cáliz de plata, una patena, candeleros, ciriales, un frontal de altar verde de paño con una cruz de raso blanco, etc., y dos arcas, una grande para los ornamentos y otra pequeña para documentos.

Entre los cofrades, uno de ellos ejercía de muñidor, que vestía “Una ropa de paño verde e una caperuça (…) e una campanylla que trae”. En la novela del ingenioso hidalgo Don Quijote, su escudero, Sancho Panza, en el capítulo XXI de la primera parte dice de sí mismo, cuando habla de su condición social “ un tiempo fui muñidor de una cofradía, y (...) me asentaba tan bien la ropa de muñidor, que decian todos que tenia presencia para poder ser prioste [mayordomo] de la mesma cofradía “.

Muñidor de la Veracruz
(Andújar)
Hoy en día hay cofradías que llevan en los desfiles procesionales su muñidor. En otras épocas este cofrade era el encargado de avisar al resto de hermanos cuando se iba a celebrar un acto de la propia hermandad; la presencia hoy en día en la procesión del Viernes Santo por la mañana en Campo de Criptana de dos campanilleros o campanilleras, que no dejan de hacer sonar las campanillas que portan, recuerda la antigua figura del muñidor.

Sobre el color verde que aparece con reiteración a la hora de describir enseres (un frontal de altar de terciopelo verde, etc., etc.), entiendo que hay que relacionarlo con alguna de las actividades realizadas tradicionalmente en España con el entorno de la Inquisición y la defensa de la ortodoxia católica.

Antes del comienzo de la celebración de un Auto de Fe (acto público organizado por la Inquisición en el que comparecían los condenados por este Tribunal) comenzaba la procesión de la Cruz Verde acompañada del estandarte del Santo Oficio. El objeto de la procesión era llevar la Cruz Verde y el estandarte de la Inquisición al lugar donde al día siguiente se iba a celebrar el Auto de Fe. Había luego otra procesión de devolución de la Cruz Verde a su iglesia de origen. En Campo de Criptana no hubo tribunal de la Inquisición pero la Cofradía, como en todos los lugares donde la había, tenía como objetivo la exaltación de la Cruz como paradigma de la defensa de la ortodoxia católica y por ello no debe extrañar lo del color verde citado. Por cierto, durante siglos, y hasta 1890, el primer tramo de la calle Fuente del Caño de nuestro pueblo, perpendicular a la calle Veracruz, en la que está la ermita del mismo nombre, se llamó calle de la Cruz Verde; por algo le pondrían ese nombre.

Auto de Fe en la Plaza Mayor de Madrid,
de Francisco Rizi (1683).
A la izquierda se observa la Cruz Verde
y el estandarte de la Inquisición
La Cofradía tuvo bienes procedentes de las donaciones que solían hacer muchas personas a través de sus testamentos. Entre ellos, una casa en la actual calle Cardenal Monescillo; el resto eran rústicos, algo más de 225 fanegas (unas 150 hectáreas) de tierra, en su mayor parte dedicadas a cereal, aunque también había algo de vid y olivo, y también tenía una era. Todos esos bienes fueron desamortizados durante la regencia del general Espartero y vendidos en subastas realizadas durante 1843 en cumplimiento de la ley de 2 de septiembre de 1841, conocida como “Ley de Espartero”. Entre los rematantes de esas subastas – propietarios de tierras, comerciantes, profesionales liberales, funcionarios municipales - curiosamente figura Santiago Mariano Escalante, entonces párroco de Campo de Criptana. Para la Cofradía esa desamortización supuso la pérdida de rentas anuales nada despreciables.

Imágenes existentes hasta agosto de 1936
Pasando a las imágenes que formaban parte del patrimonio de la Cofradía, aparte de la Cruz grande de madera y de los Crucifijos que ya tenía a la altura de 1568 y a los que se ha hecho ya referencia, a los que, por cierto, el pueblo criptanense tenía gran devoción, para empezar, como referente, debe tenerse en cuenta la fotografía anterior a 1936 que aquí se reproduce, en la que vemos las imágenes que tuvo hasta el 19 de agosto de dicho año.

Por la visita santiaguista de 1604 se sabe que en la ermita se veneraba una Virgen del Rosario, que poco después pasó a tener su propia capilla en la iglesia parroquial destruida.

El desaparecido
Cristo de la Columna
Por lo que expuse más arriba la vieja y destrozada imagen del Cristo de la Columna, como muy antigua ya del siglo XVII, pese a que no podemos determinar la fecha de adquisición. A 3 de mayo de 1877, cuando se da cuenta del inventario hecho, se dice que había entonces un Cristo de la Columna en el retablo y otro Cristo de la Columna más pequeño.

Había un San Francisco, como queda constatado en las cuentas de 1897-98, en las que se menciona el pago de 1,50 pesetas por la utilización de las andas de este santo para conducir el cadáver del hermano difunto Bienvenido Lucerón.

También una imagen de Nuestra Señora del Socorro, a la que la tradición conoció, al parecer, como el Ángel de la Guarda, pero que por la iconografía similar a otras Vírgenes así denominadas actualmente en España debía ser la que señalo en la fotografía correspondiente.

Nuestra Señora
del Socorro
El inventario de 1877 cita un “Niño Jesús pequeño” o Niño Pasionario , que también se observa en el centro de la fotografía de conjunto.

Nuestra Señora de la Encarnación, también incluida en dicho inventario, debe ser la de la derecha de la mencionada foto, si bien tengo entendido que tradicionalmente era conocida como La Candelaria.

Nuestra Señora
de la Encarnación
Por las cuentas de 1906-07 se sabe que el paso del Descendimiento de la Cruz (también denominado Desenclavo) salió por primera vez en procesión el Viernes Santo en la Semana Santa de 1907, luego se adquirió en 1906, parece ser. La gente colaboró con sus limosnas para comprarlo. Se desconoce el autor, que estuvo en Campo de Criptana y fue agasajado cuando fue inaugurado el paso pese a no citar su nombre la documentación conservada; sin embargo, puede aventurarse que se trata del valenciano José Gerique Chust, por el parecido con el conservado Descendimiento de Plasencia (Cáceres), obra suya con toda seguridad. El precio fue de 1.850 pesetas. La Junta Directiva que realizó la compra es la que se detalla a continuación:
Mayordomos: Santiago Vela Parreño y Crescencio Albacete
       Alcaldes: Jacinto Cuadra y Honorio Ortiz
        Vocales: Cesáreo Calonge, Francisco Herencia
                     Isidoro Angulo, Francisco Escribano Mayoral
                     Juan Manuel Leal y Manuel Utrilla
    Secretario: Santiago Calonge
      Capellán: José Vicente López Manzanares Villanueva
        Párroco: Antonio Martínez

El desaparecido Descendimiento,
de José Gerique Chust
Otras imágenes anteriores a 1936 eran la del Sagrado Corazón, adquirido en 1918 o 1919, y la de Jesús Resucitado, que figura en el inventario de 1877, pero posteriormente se adquirió uno nuevo, en 1928 o 1929.

Tras la destrucción de imágenes ocurrida en 1936, la actual del Cristo de la Columna se adquirió en 1942; es de talla y costó 5.770 pesetas. Como era de esperar, una de las fuentes de financiación de esa nueva imagen fueron los donativos de particulares. Se trata de una imagen obra del taller de Francisco de Paula Gomara, de Barcelona. Las andas, que costaron 570 pesetas, fueron obra del criptanense Francisco Bustamante, y fueron pintadas por el también criptanense Ignacio Valbuena, que cobró por su trabajo 140 pesetas.

El actual Cristo de la Columna,
de Francisco de Paula Gomara
El paso de la Cruz
En esos años en las procesiones de Semana Santa la cofradía sólo tenía el Cristo de la Columna para las procesiones del Jueves Santo por la tarde y Viernes Santo por la mañana, y la Cruz que, realizada por el cofrade Amador Bastante, desfilaba en la procesión del Viernes por la tarde – la del Santo Entierro – y en la del Viernes por la noche – la del Traslado -; este paso de la Cruz ya salió a la calle en 1941.

En 1946 se añadió, para el Viernes tarde y noche el nuevo paso del Descendimiento, de pasta de madera, adquirido en Olot (Gerona), uno de los pasos más populares de los desfiles procesionales de Semana Santa en Campo de Criptana. Más tarde, y hasta la actualidad, ese patrimonio ha ido incrementándose.

El actual paso del Descendimiento
 FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS


















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