Instrumentos para hacer la burla (Cofradía de Jesús Nazareno) |
En este capítulo paso a ocuparme de la propiedades
de esta Cofradía. Cuando en noviembre de 1568 la Orden de Santiago efectúa la
correspondiente visita, no tenía
todavía la imagen del Cristo de la Columna pero sí había procesiones en las que
se sacaba a la calle una cruz grande, un crucifijo también grande, un
estandarte de raso verde, cuatro cetros dorados y ocho cruces de madera que
portaban los miembros de la Junta.
Tenía también “ Un
caro col grande e una trompeta de madera
para yr sonando en la proçesion el jueves santo”, utensilios que recuerdan
los que poseía – y algunos conserva - la
cofradía de Jesús Nazareno; eran instrumentos con los que se hacía “la burla” a Jesús.
Muñidor |
Para los enterramientos
disponía de “Un cruçifixo pequeño (…). Unas andas para los difuntos. Dos
açadones para hazer sepolturas y enterrar los hermanos. Un paño de terciopelo
verde para enterrar los difuntos”. Además contaba con ornamentos, un cáliz
de plata, una patena, candeleros, ciriales, un frontal de altar verde de paño
con una cruz de raso blanco, etc., y dos arcas, una grande para los ornamentos
y otra pequeña para documentos.
Entre los cofrades, uno
de ellos ejercía de muñidor, que vestía “Una ropa de paño verde e una
caperuça (…) e una campanylla que trae”. En la novela del ingenioso hidalgo
Don Quijote, su escudero, Sancho Panza, en el capítulo XXI de la primera parte
dice de sí mismo, cuando habla de su condición social “ un
tiempo fui muñidor de una cofradía, y (...)
me asentaba tan bien la ropa de muñidor, que decian todos que tenia presencia
para poder ser prioste [mayordomo]
de la mesma cofradía “.
Muñidor de la Veracruz (Andújar) |
Hoy en día hay cofradías que llevan en los desfiles
procesionales su muñidor. En otras épocas este cofrade era el encargado de
avisar al resto de hermanos cuando se iba a celebrar un acto de la propia
hermandad; la presencia hoy en día en la procesión del Viernes Santo por la
mañana en Campo de Criptana de dos campanilleros o campanilleras, que no dejan
de hacer sonar las campanillas que portan, recuerda la antigua figura del
muñidor.
Sobre el color verde
que aparece con reiteración a la hora de describir enseres (un
frontal de altar de terciopelo verde, etc., etc.), entiendo que hay que
relacionarlo con alguna de las actividades realizadas tradicionalmente en
España con el entorno de la Inquisición y la defensa de la ortodoxia católica.
Antes del comienzo de
la celebración de un Auto de Fe (acto público organizado por la Inquisición en
el que comparecían los condenados por este Tribunal) comenzaba la procesión de
la Cruz Verde acompañada del estandarte del Santo Oficio. El objeto de la
procesión era llevar la Cruz Verde y el estandarte de la Inquisición al lugar
donde al día siguiente se iba a celebrar el Auto de Fe. Había luego otra procesión
de devolución de la Cruz Verde a su iglesia de origen. En Campo de Criptana no
hubo tribunal de la Inquisición pero la Cofradía, como en todos los lugares
donde la había, tenía como objetivo la exaltación de la Cruz como paradigma de
la defensa de la ortodoxia católica y por ello no debe extrañar lo del color
verde citado. Por cierto, durante siglos, y hasta 1890, el primer tramo de la
calle Fuente del Caño de nuestro pueblo, perpendicular a la calle Veracruz, en
la que está la ermita del mismo nombre, se llamó calle de la Cruz Verde; por
algo le pondrían ese nombre.
Auto de Fe en la Plaza Mayor de Madrid, de Francisco Rizi (1683). A la izquierda se observa la Cruz Verde y el estandarte de la Inquisición |
La Cofradía tuvo bienes
procedentes de las donaciones que solían hacer muchas personas a través de sus
testamentos. Entre ellos, una casa en la actual calle Cardenal Monescillo; el
resto eran rústicos, algo más de 225 fanegas (unas 150 hectáreas) de tierra, en
su mayor parte dedicadas a cereal, aunque también había algo de vid y olivo, y
también tenía una era. Todos esos bienes fueron desamortizados durante la
regencia del general Espartero y vendidos en subastas realizadas durante 1843
en cumplimiento de la ley de 2 de septiembre de 1841, conocida como “Ley de
Espartero”. Entre los rematantes de esas subastas – propietarios de tierras,
comerciantes, profesionales liberales, funcionarios municipales - curiosamente
figura Santiago Mariano Escalante, entonces párroco de Campo de Criptana. Para
la Cofradía esa desamortización supuso la pérdida de rentas anuales nada
despreciables.
Imágenes existentes hasta agosto de 1936 |
Pasando a las imágenes
que formaban parte del patrimonio de la Cofradía, aparte de la Cruz grande de
madera y de los Crucifijos que ya tenía a la altura de 1568 y a los que se ha
hecho ya referencia, a los que, por cierto, el pueblo criptanense tenía gran
devoción, para empezar, como referente, debe tenerse en cuenta la fotografía
anterior a 1936 que aquí se reproduce, en la que vemos las imágenes que tuvo
hasta el 19 de agosto de dicho año.
Por
la visita santiaguista de 1604 se sabe que en la ermita se veneraba una Virgen
del Rosario, que poco después pasó a tener su propia capilla en la iglesia
parroquial destruida.
El desaparecido Cristo de la Columna |
Por
lo que expuse más arriba la vieja y destrozada imagen del Cristo de la Columna,
como muy antigua ya del siglo XVII, pese a que no podemos determinar la fecha
de adquisición. A 3 de mayo de 1877, cuando se da cuenta del inventario hecho,
se dice que había entonces un Cristo de la Columna en el retablo y otro Cristo
de la Columna más pequeño.
Había
un San Francisco, como queda constatado en las cuentas de 1897-98, en las que
se menciona el pago de 1,50 pesetas por la utilización de las andas de este
santo para conducir el cadáver del hermano difunto Bienvenido Lucerón.
También
una imagen de Nuestra Señora del Socorro, a la que la tradición conoció, al
parecer, como el Ángel de la Guarda, pero que por la iconografía similar a
otras Vírgenes así denominadas actualmente en España debía ser la que señalo en
la fotografía correspondiente.
Nuestra Señora del Socorro |
El
inventario de 1877 cita un “Niño Jesús
pequeño” o Niño Pasionario , que también se observa en el centro de la
fotografía de conjunto.
Nuestra
Señora de la Encarnación, también incluida en dicho inventario, debe ser
la de la derecha de la mencionada foto, si bien tengo entendido que
tradicionalmente era conocida como La Candelaria.
Nuestra Señora de la Encarnación |
Por
las cuentas de 1906-07 se sabe que el paso del Descendimiento de la Cruz (también
denominado Desenclavo) salió por primera vez en procesión el Viernes Santo en
la Semana Santa de 1907, luego se adquirió en 1906, parece ser. La gente
colaboró con sus limosnas para comprarlo. Se desconoce el autor, que estuvo en
Campo de Criptana y fue agasajado cuando fue inaugurado el paso pese a no citar
su nombre la documentación conservada; sin embargo, puede aventurarse que se
trata del valenciano José Gerique Chust, por el parecido con el conservado
Descendimiento de Plasencia (Cáceres), obra suya con toda seguridad. El precio
fue de 1.850 pesetas. La Junta Directiva que realizó la compra es la que se
detalla a continuación:
Mayordomos: Santiago Vela Parreño y Crescencio
Albacete
Alcaldes:
Jacinto Cuadra y Honorio Ortiz
Vocales:
Cesáreo Calonge, Francisco Herencia
Isidoro Angulo, Francisco Escribano Mayoral
Juan Manuel Leal y Manuel Utrilla
Secretario:
Santiago Calonge
Capellán:
José Vicente López Manzanares Villanueva
Párroco:
Antonio Martínez
El desaparecido Descendimiento, de José Gerique Chust |
Otras
imágenes anteriores a 1936 eran la del Sagrado Corazón, adquirido en 1918 o
1919, y la de Jesús Resucitado, que figura en el inventario de 1877, pero
posteriormente se adquirió uno nuevo, en 1928 o 1929.
Tras
la destrucción de imágenes ocurrida en 1936, la actual del Cristo de la Columna
se adquirió en 1942; es de talla y costó 5.770 pesetas. Como era de esperar,
una de las fuentes de financiación de esa nueva imagen fueron los donativos de
particulares. Se trata de una imagen obra del taller de
Francisco de Paula Gomara, de Barcelona. Las andas, que costaron 570 pesetas,
fueron obra del criptanense Francisco Bustamante, y fueron pintadas por el
también criptanense Ignacio Valbuena, que cobró por su trabajo 140 pesetas.
El actual Cristo de la Columna, de Francisco de Paula Gomara |
El paso de la Cruz |
En
esos años en las procesiones de Semana Santa la cofradía sólo tenía el Cristo
de la Columna para las procesiones del Jueves Santo por la tarde y Viernes Santo
por la mañana, y la Cruz que, realizada por el cofrade Amador Bastante,
desfilaba en la procesión del Viernes por la tarde – la del Santo Entierro – y
en la del Viernes por la noche – la del Traslado -; este paso de la Cruz ya
salió a la calle en 1941.
En 1946 se añadió, para el
Viernes tarde y noche el nuevo paso del Descendimiento, de pasta de madera,
adquirido en Olot (Gerona), uno de los pasos más populares de los desfiles
procesionales de Semana Santa en Campo de Criptana. Más tarde, y hasta la
actualidad, ese patrimonio ha ido incrementándose.
El actual paso del Descendimiento |
FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS
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