Se hablaba de imágenes en el capítulo anterior, y
hablar de imágenes es hablar de subastas, las celebradas para disfrutar del
derecho a portar los pasos en las procesiones. Pero en otras épocas no solo se
subastaban los pasos, sino también los hachones de cera, el estandarte, los
cetros que lo acompañaban, las guías o pequeños estandartes que iban delante en
los desfiles procesionales y las campanillas.
La ermita de la Veracruz, centro de la Cofradía |
Como en la actualidad, la costumbre era que el día
del Domingo de Ramos, en reunión celebrada en la ermita, quedaran fijadas las
personas que se encargarían de sacar a la calle todo lo señalado más arriba.
Pero no eran subastas exactamente iguales a las de ahora.
El procedimiento
acostumbrado era solicitar a la Junta Directiva lo que se quisiera portar
(andas, etc.) en una papeleta cerrada, indicando en la papeleta la cuota o
limosna que se iba a dar, y una vez abiertas, en la fecha indicada, se
adjudicaban. A veces se establecían unas cantidades mínimas con el fin de asegurarse
unos ingresos aceptables; así ocurrió en 1896:
Para el Cristo el
Jueves, 30 pesetas
“
“ Cristo el Viernes, 10 “
“ " estandarte en cada procesión, 2 pesetas
Por cada campanilla en
el único acto al que asistían, 1 peseta
Por cada cetro, guía o
hacha en cada procesión, 1 “
El máximo obtenido por sacar el Cristo de la
Columna el Jueves Santo fue 101 pesetas en 1935, y el mínimo 16 pesetas en
1897; para el Viernes por la mañana el máximo fue 123 pesetas en 1934, y el
mínimo 10 en 1905. Los primeros datos
conocidos sobre subasta de campanillas corresponden a 1882; expresado en
reales, el máximo pagado por ellas fue 42 en 1890, y el mínimo, en 1884: 8
reales, y en pesetas el máximo pagado fue en 1925: 7 pesetas.
El paso del Descendimiento aparece singularizado
por primera vez, en cuanto a subastas se refiere, en 1922. El máximo
obtenido para la procesión del Viernes
por la tarde fue 130 pesetas en el año 1934, y el mínimo, en 1923, 14 pesetas. Para
la procesión de El Traslado el máximo se consiguió en 1930, con 61 pesetas, y
el mínimo fue 7 pesetas en 1925. Comparando los pasos del Cristo de la Columna
y del Descendimiento, se solía pagar siempre más por el primero.
Tras la guerra civil se subastan ya solamente
imágenes y campanillas. En 1942 de subastas se obtuvo, en total, 797 pesetas;
en 1943 menos, 465 pesetas, y en 1944 de nuevo se incrementó la cantidad: 760
pesetas fue la recaudación.
Primera página del escrito de 1911 |
Sobre subastas es muy interesante lo que se dice
en un escrito impreso remitido a los cofrades en febrero de 1911. En él la
Junta manifestaba su propósito de “que
desde el presente año desaparezca en ésta Hermandad la antirreligiosa y
ridícula costumbre de que las andas y demás oficios sean objeto de subasta”.
Como se ve, se utilizan calificativos muy duros y negativos sobre las subastas,
cuya supresión – realmente solo sería temporal,
como veremos - obligó a adoptar un nuevo
procedimiento para sacar los pasos a la calle. Por su interés reproduzco
algunos puntos de dicho escrito remitido entonces a los cofrades y que recogen
acuerdos tomados por la Junta:
“4º=Que se
formen dos listas [de cofrades] por
riguroso orden de antigüedad, una de mayores de 18 años y otra de 10 á los 18;
la primera para que se nombren de ella los anderos que han de conducir las
imágenes en las procesiones, y la segunda para que lleven los demás oficios [campanillas,
etc.] según les corresponda, excepto la
bandera que será conducida por el hermano de más edad que pueda hacerlo, según
disponga la Junta”.
“5º=Que las
andas y oficios tienen que ser llevados por los hermanos á quienes corresponda
en turno, no pudiendo ser cedidos á ningún otro Cofrade como no sea de padres á
hijos ó viceversa siendo ambos hermanos, y de no poder asistir ó llevar las
imágenes los nombrados por imposibilidad física, edad, ausencia, etc. se correrá
el turno y será sustituido con el que le siga en orden de lista no teniendo
derecho á nuevo nombramiento hasta que no se corra toda”.
“6º=Que las
Cofradas no tienen derecho alguno á llevar andas ni oficios en razón á su sexo
ni los cofrades menores de diez años”.
Hay que señalar que la discriminación proclamada
en el punto 6º actualmente no existe. Por lo demás, las subastas efectivamente
no las hubo en 1911, 1912 y 1913, pero en 1914 volvió a haberlas y ya sin interrupción
posterior. Por otro lado, su eliminación conllevaba la disminución de ingresos
para la Cofradía, razón por la que en 1911 se incrementaron, como se señaló en
su momento, la cuota de ingreso de nuevos hermanos y la cuota anual que pagaba
el conjunto de cofrades.
La Junta Directiva nombrada el 3 de mayo de 1910,
la que suprimió las subastas, fue la siguiente:
Mayordomos:
Jacinto
Cuadra
José
Manjavacas
Alcaldes:
Manuel Lara
Calonge
Santos Ortiz
Carrasco
Vocales:
Francisco
Escribano
Francisco
Herencia
Cesáreo Calonge
Crescencio
Albacete
Isidoro Angulo
Secretario:
Santiago Calonge Calonge
La Junta que, por el
contrario, volvió a la costumbre tradicional fue la nombrada el 3 de mayo de
1913 y la formaban:
Mayordomos:
Manuel Lara
Francisco
Iniesta
Alcaldes:
José María
Escribano
Ladislao
Muñoz
Vocales:
José Manjavacas
Francisco Herencia
Santiago Vela
Parreño
Jesús Quintanar
Santiago
Carramolino
Alfredo Molero
Ramón Bastante
Secretario:
Santiago Calonge Calonge
Curiosamente, como puede comprobar el lector si
compara ambas, algunos nombres se repiten. Queda claro que no todos los
cofrades eran de ideas fijas.
La ermita era el lugar donde se “resolvían”
las subastas. Me ocupo ahora de ella.
La portada de la ermita |
En la visita santiaguista de 1568 la Cofradía
figura como propietaria de “una casa en la dicha villa alinde casas de Anton
Garcia e de la muger de Bernaldino de Mérida e dos calles reales”. Es la ermita actual, que tiene fachadas a
las calles Veracruz - al Mediodía - y de la Fuente del Caño - a Saliente -. Es cierto que aparece como casa
que no es denominada ermita pero que realmente, de hecho, lo era, pues en ella
se guardaban los ornamentos y todo tipo de enseres y en ella celebraban sus
reuniones, etc.
La fecha de finalización de la portada, 1573, grabada en su parte superior |
En la respuesta nº 51
de las Relaciones de Felipe II (1575), aparte de dejar claro que se estaba
construyendo “junto al pueblo” la de Santa Ana, se mencionan las ermitas de la Virgen de Criptana, de la
Concepción, San Sebastián, San Cristóbal [ahora de la Virgen de la Paz), de la
Virgen de Villajos, la de San Benito [muy cerca del Puente del mismo nombre
sobre el Záncara], y “otra dentro en el pueblo”, que puede ser la de la
Vera Cruz, dado que en la portada figura la fecha de 1573; por lo tanto, hay
que deducir que en torno a 1570 existía ya.
FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS
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