miércoles, 15 de marzo de 2017

LA COFRADÍA DE LA VERACRUZ DE CAMPO DE CRIPTANA (V)


Se hablaba de imágenes en el capítulo anterior, y hablar de imágenes es hablar de subastas, las celebradas para disfrutar del derecho a portar los pasos en las procesiones. Pero en otras épocas no solo se subastaban los pasos, sino también los hachones de cera, el estandarte, los cetros que lo acompañaban, las guías o pequeños estandartes que iban delante en los desfiles procesionales y las campanillas.

La ermita de la Veracruz, centro de la Cofradía
Como en la actualidad, la costumbre era que el día del Domingo de Ramos, en reunión celebrada en la ermita, quedaran fijadas las personas que se encargarían de sacar a la calle todo lo señalado más arriba. Pero no eran subastas exactamente iguales a las de ahora.

El procedimiento acostumbrado era solicitar a la Junta Directiva lo que se quisiera portar (andas, etc.) en una papeleta cerrada, indicando en la papeleta la cuota o limosna que se iba a dar, y una vez abiertas, en la fecha indicada, se adjudicaban. A veces se establecían unas cantidades mínimas con el fin de asegurarse unos ingresos aceptables; así ocurrió en 1896:

Para el Cristo el Jueves, 30 pesetas
  “    “  Cristo el Viernes, 10   “
  “    " estandarte en cada procesión, 2 pesetas
Por cada campanilla en el único acto al que asistían, 1 peseta
Por cada cetro, guía o hacha en cada procesión,     1      “

El máximo obtenido por sacar el Cristo de la Columna el Jueves Santo fue 101 pesetas en 1935, y el mínimo 16 pesetas en 1897; para el Viernes por la mañana el máximo fue 123 pesetas en 1934, y el mínimo 10 en 1905. Los primeros datos conocidos sobre subasta de campanillas corresponden a 1882; expresado en reales, el máximo pagado por ellas fue 42 en 1890, y el mínimo, en 1884: 8 reales, y en pesetas el máximo pagado fue en 1925: 7 pesetas.

El paso del Descendimiento aparece singularizado por primera vez, en cuanto a subastas se refiere, en 1922. El máximo obtenido  para la procesión del Viernes por la tarde fue 130 pesetas en el año 1934, y el mínimo, en 1923, 14 pesetas. Para la procesión de El Traslado el máximo se consiguió en 1930, con 61 pesetas, y el mínimo fue 7 pesetas en 1925. Comparando los pasos del Cristo de la Columna y del Descendimiento, se solía pagar siempre más por el primero.

Tras la guerra civil se subastan ya solamente imágenes y campanillas. En 1942 de subastas se obtuvo, en total, 797 pesetas; en 1943 menos, 465 pesetas, y en 1944 de nuevo se incrementó la cantidad: 760 pesetas fue la recaudación.

Primera página del escrito de 1911
Sobre subastas es muy interesante lo que se dice en un escrito impreso remitido a los cofrades en febrero de 1911. En él la Junta manifestaba su propósito de “que desde el presente año desaparezca en ésta Hermandad la antirreligiosa y ridícula costumbre de que las andas y demás oficios sean objeto de subasta”. Como se ve, se utilizan calificativos muy duros y negativos sobre las subastas, cuya supresión  – realmente solo sería temporal, como veremos  - obligó a adoptar un nuevo procedimiento para sacar los pasos a la calle. Por su interés reproduzco algunos puntos de dicho escrito remitido entonces a los cofrades y que recogen acuerdos tomados por la Junta:

4º=Que se formen dos listas [de cofrades] por riguroso orden de antigüedad, una de mayores de 18 años y otra de 10 á los 18; la primera para que se nombren de ella los anderos que han de conducir las imágenes en las procesiones, y la segunda para que lleven los demás oficios [campanillas, etc.] según les corresponda, excepto la bandera que será conducida por el hermano de más edad que pueda hacerlo, según disponga la Junta”.
5º=Que las andas y oficios tienen que ser llevados por los hermanos á quienes corresponda en turno, no pudiendo ser cedidos á ningún otro Cofrade como no sea de padres á hijos ó viceversa siendo ambos hermanos, y de no poder asistir ó llevar las imágenes los nombrados por imposibilidad física, edad, ausencia, etc. se correrá el turno y será sustituido con el que le siga en orden de lista no teniendo derecho á nuevo nombramiento hasta que no se corra toda”.
6º=Que las Cofradas no tienen derecho alguno á llevar andas ni oficios en razón á su sexo ni los cofrades menores de diez años”.

Hay que señalar que la discriminación proclamada en el punto 6º actualmente no existe. Por lo demás, las subastas efectivamente no las hubo en 1911, 1912 y 1913, pero en 1914 volvió a haberlas y ya sin interrupción posterior. Por otro lado, su eliminación conllevaba la disminución de ingresos para la Cofradía, razón por la que en 1911 se incrementaron, como se señaló en su momento, la cuota de ingreso de nuevos hermanos y la cuota anual que pagaba el conjunto de cofrades.

La Junta Directiva nombrada el 3 de mayo de 1910, la que suprimió las subastas, fue la siguiente:
              Mayordomos:
                                   Jacinto Cuadra
                                   José Manjavacas
                     Alcaldes:
                                   Manuel Lara Calonge
                                   Santos Ortiz Carrasco
                      Vocales:
                              Francisco Escribano
                              Francisco Herencia
                              Cesáreo Calonge
                              Crescencio Albacete
                              Isidoro Angulo
                   Secretario:
                                    Santiago Calonge Calonge
  
La Junta que, por el contrario, volvió a la costumbre tradicional fue la nombrada el 3 de mayo de 1913 y la formaban:
               Mayordomos:
                                   Manuel Lara
                                   Francisco Iniesta
                     Alcaldes:
                                   José María Escribano
                                   Ladislao Muñoz
                      Vocales:
                              José Manjavacas
                              Francisco Herencia
                              Santiago Vela Parreño
                              Jesús Quintanar
                              Santiago Carramolino
                              Alfredo Molero
                              Ramón Bastante
                  Secretario:
                                    Santiago Calonge Calonge

Curiosamente, como puede comprobar el lector si compara ambas, algunos nombres se repiten. Queda claro que no todos los cofrades eran de ideas fijas.

La ermita era el lugar donde se “resolvían” las subastas. Me ocupo ahora de ella.

La portada de la ermita
En la visita santiaguista de 1568 la Cofradía figura como propietaria de “una casa en la dicha villa alinde casas de Anton Garcia e de la muger de Bernaldino de Mérida e dos calles reales”. Es la ermita actual, que tiene fachadas a las calles Veracruz - al Mediodía - y de la Fuente del Caño    - a Saliente -. Es cierto que aparece como casa que no es denominada ermita pero que realmente, de hecho, lo era, pues en ella se guardaban los ornamentos y todo tipo de enseres y en ella celebraban sus reuniones, etc.


La fecha de finalización de la portada,
1573,
grabada en su parte superior










En la respuesta nº 51 de las Relaciones de Felipe II (1575), aparte de dejar claro que se estaba construyendo “junto al pueblo” la de Santa Ana, se mencionan  las ermitas de la Virgen de Criptana, de la Concepción, San Sebastián, San Cristóbal [ahora de la Virgen de la Paz), de la Virgen de Villajos, la de San Benito [muy cerca del Puente del mismo nombre sobre el Záncara], y “otra dentro en el pueblo”, que puede ser la de la Vera Cruz, dado que en la portada figura la fecha de 1573; por lo tanto, hay que deducir que en torno a 1570 existía ya.

                   
    FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS


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