lunes, 25 de enero de 2016

EL ALBAICÍN CRIPTANO

Vuelvo al Albaicín, pero esta vez me centro en la revista EL ALBAICÍN CRIPTANO.

Era a fines de 1990 cuando un grupo de personas nos reuníamos en torno a Víctor Quintanilla, entonces Concejal de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Campo de Criptana, para poner en marcha el proyecto de una nueva publicación en nuestro pueblo. Una publicación que, por una parte, fuese abierta a todos en cuanto a la posibilidad de participar en ella así como en cuanto a la amplitud y el nivel de sus contenidos, pero también que tuviese la mínima calidad necesaria y el adecuado rigor que hiciesen de ella un producto digno, un producto presentable.

Portada del número 0
Uno de los primeros asuntos que ocuparon a la Comisión que se encargó de la preparación y lanzamiento del número 0 fue el del nombre con el que sería bautizada la revista. Quien redacta estas líneas propuso el nombre de Albaicín, Revista Cultural del Campo de Criptana; lo de Albaicín, por lo que expuse en la entrega anterior de este blog, se justificaba en el afán de que la revista plasmara en su nombre la singularidad física de este pueblo comparado con las localidades vecinas, algo en lo que ahora no voy a insistir. La denominación definitiva, como todos saben, fue EL ALBAICÍN CRIPTANO; así que fue aceptada la primera parte de mi propuesta, y lo de criptano, un adjetivo muy del gusto de los poetas, se debió a la iniciativa de un poeta, nuestro Valentín Arteaga, bien sabido por todos, sin embargo, que el gentilicio propio de todo lo referido a nuestra villa es criptanense, asunto éste que ha motivado más de un crítica por quienes defienden el purismo de nuestra lengua, en lo que, desde luego, razón no les falta.

Así pues, en 1991 salió a la luz EL ALBAICÍN CRIPTANO, una revista de contenido cultural variado que, como otras publicaciones de sus características surgidas antes en nuestra villa, tuvo en una primera etapa una corta   vida  – ocho números en ocho años más el citado 0 - pero vida, al fin y al cabo, intensa e interesante por sus contenidos y en la que colaboraron con su pluma, entre otros, José López Martínez, Domingo F. Failde, Valentín Arteaga, Rafael Olivares, Miguel Lacruz, Andrés Escribano, José Aureliano de la Guía, Rogelio Sánchez Ruiz, Justo Ponce, Acacia Uceta, Domingo Miras, José González Lara, Isidro Antequera y, en fin, una larga lista de personas vinculadas con el mundo de la literatura, el arte y la cultura en general.

Portada del nº 6, dedicado
a los premios Pastora Marcela
Esta revista, después de todo, significaba la continuidad de inquietudes culturales que nuestra población había presenciado en épocas anteriores, plasmación de las cuales, valgan sólo estos ejemplos, fueron:
   
Hito. Cuaderno nuevo del Campo de Criptana, que se imprimía en Gráficas Flordy y acabó dirigiendo Isidro Antequera. Lo llevaron adelante prestigiosas firmas y lo ilustraban con sus dibujos el propio Isidro, Enrique Alarcón, Luis Ferreiro, Ángel Morales y Paco Valbuena.

Besana, surgida gracias al entusiasmo de los jóvenes de Acción Católica hacia finales de los años 60.

Así es ... la Villa del Campo de Criptana, que vio la luz en los años 50 y 60, antes de la citada Hito, también producto del “viejo submarino Flordy” , como gustaba llamar a aquel taller D. José Antonio Sánchez-Manjavacas.

Portada del nº 7, dedicado
al 98 español y criptanense
En este caminar a salto de mata por el recuerdo de la letra impresa en Campo de Criptana, es necesario evocar, fundados por José González Lara, El caballo volador y Clavileño, del que en 1955 salió un completísimo número extraordinario del que se me viene a la memoria un artículo del entonces párroco D. Gregorio Bermejo López sobre la iglesia parroquial incendiada en agosto de 1936, ilustrado con un magnífico dibujo del interior de ésta desde una perspectiva poco conocida.

Retrocediendo en el tiempo, nos encontramos en los años 20 con El Sarmiento, que se autotitulaba  “periódico quincenal independiente”, y se había “fundado para defender los intereses de la industria agrícola y sus derivadas en esta región”. Su redacción y administración estaba en calle Santa Ana, 28; en él podían leerse las colaboraciones de Adrián Millán o de Eduardo Cueto.

El 1 de septiembre de 1918 salió el primer número de Renovación , que se anunciaba como “periódico quincenal defensor de los intereses locales” y se vendía a 10 céntimos. Su director era Juan Vicente Alarcón y su redacción estaba en calle Santa Ana, 4; se elaboraba en la imprenta de Jerónimo Muñoz, sita en calle de la Reina, número 1.

En los primeros años del siglo XX se editaba Sancho Panza“periódico semi-serio y completamente independiente”,  con su domicilio en calle de la Soledad, 10. Se publicaba tres veces al mes y se servía a domicilio y por correo si uno se abonaba pagando diez números por adelantado. También lo imprimía Jerónimo Muñoz.

En 1903 nació El Pueblo , en cuya cabecera se leía: “Periódico republicano. Nuestro programa, Elecciones libres, Economías en la Administración Pública, Orden y Moralidad”.

Volviendo a EL ALBAICÍN CRIPTANO, Víctor Quintanilla en el escrito de presentación del nº 0 señalaba: “Nueva revista que como tantas otras que nos precedieron pretende ser materia viva y vehículo de aquello que ha ido conformando en el tiempo nuestra identidad como pueblo; es decir, nuestra historia: y aquellos otros aspectos que marcan el día a día, que llenan de contenido el presente y determinan nuestra `propia identidad cultural (…).
A este Ayuntamiento (…) le corresponde cuidar una parcela tan importante como es la cultura escrita y suscitar las acciones y proceder (sic) los fondos necesarios para que a partir de ahora sea habitual que cada cierto tiempo (…) un nuevo número del “Albaicín Criptano” nos hable de distintos aspectos de la cultura de Campo de Criptana”.

Por su parte, Fernando García-Casarrubios, sucesor de Quintanilla en la Concejalía de Cultura, aseguraba en el número 1:  “Campo de Criptana, pueblo de tradición cultural, tiene una ventana abierta a través de la revista “El Albaicín Criptano” para airear todas las inquietudes culturales de aquéllos que quieran manifestarse y transmitirnos su saber y su sentir por medio de la palabra escrita. Este medio de comunicación un poco olvidado ante los grandes avances tecnológicos de nuestra época (radio, televisión, teléfono etc.), es el que queremos fomentar desde la Concejalía como vehículo de transmisión cultural”.
  
Tras unos años de silencio, en 2012 regresaba a la vida. El entonces alcalde, Santiago Lucas-Torres escribía en sus páginas:  “El número 9 del “Albaicín” – publicación prestigiosa desde sus albores- sale a la luz en un formato acorde a los nuevos tiempos: únicamente en archivo digital. En su pantalla [indicaba al lector], o en papel si decide imprimir algunas de sus páginas, tiene un “Albaicín” más respetuoso con el medio ambiente y de menor coste pero sin que implique menos calidad (…)”.


Desde entonces la publicación ha seguido, divulgada a través de internet, hasta el nº 17 en 2015. Desconozco cuáles son los propósitos del nuevo equipo de gobierno municipal salido de las elecciones de mayo de ese año. Si su intención es seguir adelante con EL ALBAICÍN CRIPTANO, por mi parte no cabe sino animarlo en esa dirección, pero, por favor, aunque se siga editando en forma digital para que llegue al máximo número de lectores, no se olvide, aunque se trate de una tirada siquiera simbólica, editarlo también en papel, porque, amigos, el papel impreso y la cultura así divulgada, tienen una magia especial. 

   FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS

1 comentario:

  1. ya podia copiar el actual ayuntaminto hacer un poco mas por la cultura escrita y por favor que lo editen tambien en papel Y si fuistes tu el que propusistes "El Albaicin" pues me parece bien aunque lo del "alda el cerro" como lo llamabn mis abuelos que no se pierda, Gracias Francisco

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