viernes, 25 de julio de 2014

La calle General Pizarro

Publicado por primera vez en julio de 2012
En Campo de Criptana la denominación de sus calles denota en ocasiones la falta de imaginación a la hora de “bautizarlas”. Me refiero en concreto a la cantidad de vías urbanas que conocemos como “Travesía de …”, que no son pocas, con casos tan llamativos como la de Don Melitino López, con hasta tres travesías con el mismo nombre citado. Cierto es que alguna vez se ha corregido lo que yo entiendo como error en la nomenclatura: así, la Travesía de calle Convento en la actualidad está rotulada como calle Carmelitas Descalzos.
No es lo antes expuesto lo único que me hace reflexionar sobre nuestras calles, pues considero muy interesante el asunto de los motivos para ponerles nombres, que pueden ser muy variados: orientación de la misma, geográficos o astronómicos, históricos, instituciones o edificios que hay o ha habido en ellas, personajes, religión, etc., etc. En parte, los nombres tienen que ver con los gustos políticos de quienes tienen el poder en uno u otro  momento, lo que suele acarrear no pocos problemas, entre otras razones porque, frecuentemente, los gobernantes aquí y allá han sustituido unos nombres por otros en razón de sus preferencias – lo que ya de por sí puede ser objeto de discusión - en lugar de dedicarse a ubicar sus nombres predilectos en calles nuevas que van surgiendo con la expansión demográfica y urbanística de cada municipio.
Me fijaré hoy en concreto en una calle bien céntrica, la dedicada al General Pizarro. Hace tiempo su nombre era – otra vez la palabreja – ¡Travesía! de las Tiendas, dado que el primer tramo de la actual calle Murcia se denominaba calle de las Tiendas. En 1890 pasó a llamarse calle Luna, para acabar más adelante siendo la calle Castelar, nombre eliminado tras la Guerra Civil (1936-1939) para ponerle ese con el que hoy la conocemos. Mas, ¿quién fue el General Pizarro?
Manuel Pizarro Cenjor (Murcia, 1889 - Teruel, 1954) fue un militar español que alcanzó el grado de general de División y ocupó el cargo de Subdirector de la Guardia Civil y otros puestos de responsabilidad durante la dictadura franquista. El general Manuel Pizarro Cenjor fue un estrecho colaborador del general Franco y solía manifestar que no tenía problemas para llamar al dictador familiarmente “Paco” (ver www.losgenoveses.net). Tras la Guerra Civil fue designado para dirigir la represión de la guerrilla antifranquista en las provincias de Granada, León y Teruel. A esta última fue trasladado el 28 de julio de 1947 por órdenes de Franco como gobernador civil  y jefe del Movimiento en la provincia (puestos de los que fue titular hasta 1954), y también llegó a ser jefe de la Vª Región de la Guardia Civil.


Una calle de Teruel, la calle General Pizarro, llevó este nombre en su memoria desde los años cincuenta. Con motivo de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica se cambió en 2009 su nombre por el de calle Portal de Valencia, en realidad una devolución del nombre pues era el que había tenido desde la época medieval.

Hablando de los nombres de nuestras calles, siempre he manifestado mi opinión al respecto señalando que soy partidario de que conserven sus nombres antiguos, nombres que suelen ser esclarecedores acerca de nuestra propia historia, de lo que podríamos poner muchos ejemplos; así, la actual calle de la Soledad en otros tiempos fue la calle del Hospital, por el hecho de que donde ahora está el Teatro Cervantes estuvo situado el Hospital de San Bartolomé, y también hubo alguna época en que se llamó calle de la Torre, debido a que exactamente frente a ella se levantaba la torre de la antigua iglesia parroquial, a diferencia de lo que hoy ocurre.

Igualmente opino que ninguna persona -  por muchos méritos profesionales o de otra índole que acapare - que en su trayectoria político-social haya participado más o menos directamente en la configuración o asentamiento de un sistema dictatorial es merecedora de tener dedicada una calle, ya sea en Campo de Criptana o en cualquier otro núcleo urbano. Así pues, entiendo que a la calle General Pizarro de nuestro pueblo debería devolvérsele su nombre original. Ahora bien, teniendo en cuenta lo que he indicado acerca de las llamadas “travesías”, aquel nombre de Travesía de las Tiendas no es apropiado, después de todo hay muchas posibilidades entre las que elegir. Por cierto, ¿qué le parece al lector para dicha calle el nombre de Azorín, aquel escritor que en 1905, con ocasión de la celebración del Tercer Centenario de la publicación de la primera parte de El Quijote contribuyó a difundir por todo nuestro país a través de la prensa el nombre y las singulares esencias de Campo de Criptana y de sus gentes?



FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS

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