Publicado por primera vez en julio de 2013
En los capítulos anteriores se ha ido completando el recorrido por el
Campo de Criptana de aquellos años a caballo entre los siglos XVI y XVII en los
que vivió Miguel de Cervantes y se publicó su Quijote, recorrido que, como recuerda el lector, fue el contenido
de mi intervención en las II Jornadas de Historia Local celebradas en El Pósito
de nuestra villa en febrero de 2013. Acabé aquella charla relacionando el
pasado con el presente con el fin de hacer ver la posibilidad de sacar partido
– por aquello del fenómeno turístico - a la relación de nuestro pueblo con la
trascendencia mundial de tan importante obra literaria.
En efecto, hemos ido viendo, narrando, el pasado de Campo de Criptana
en relación con un tiempo ya desaparecido al tiempo que indudablemente
atractivo. Pero ese pasado, en cierto modo presente hoy, por ejemplo a través de
algunos monumentos, podemos revivirlo y acercarlo aún más a los residentes y a
quienes se deciden a venir hasta aquí alguna que otra vez.
Partiendo de la relevancia y fama de nuestros molinos de viento, y
teniendo en cuenta que tenemos a la vista, para dentro de dos años, la
conmemoración del cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, quiero sugerir y reivindicar
dos aportaciones que ninguna
localidad como la nuestra puede llevar a cabo, dado que nuestra villa es la más
indicada para ello, dos aportaciones que, por lo demás, no serían efímeras
con motivo del 2015.
Me refiero en primer lugar a la creación de un Centro de Interpretación del Molino de Viento en general y de los
molinos de viento de Campo de Criptana en particular. Está fuera de toda duda
que este pueblo era el que contaba en aquel tiempo con el mayor número de
molinos de este tipo en nuestra región, circunstancia que justificaría dicha
creación. El Centro de interpretación no debe confundirse con limitarse a tener
algún molino donde recrear la molienda tradicional; se trataría de crear un
espacio museístico para cuyo fundamento y contenido Campo de Criptana tiene
recursos, y no sólo históricos, más que sobrados.
En segundo lugar sugiero y reivindico que, al menos una vez al año, se
represente la aventura de Don Quijote
con los molinos recogida en el capítulo VIII de la primera parte de la obra.
También es cierto que la opinión generalizada de los cervantistas sitúa a
nuestra Sierra como lugar de inspiración para Miguel de Cervantes a la hora de
redactar ese pasaje citado, por lo que llevar esto a cabo aquí también está más
que justificado.
En relación con esta segunda propuesta ya en dos ocasiones,
correspondientes a las dos últimas legislaturas municipales, he presentado y
entregado a los respectivos equipos de gobierno de nuestro Ayuntamiento un
guión para la representación de la consabida aventura. Es un guión breve, en el
que el texto – muy fiel al espíritu de la obra quijotesca - se entremezcla con
unos fondos musicales seleccionados a propósito del contenido, y en el que
intervienen sólo tres personajes: narrador, Don Quijote y Sancho Panza. El
coste del montaje, por otra parte, sería mínimo, y la duración de la
representación no rebasaría los 20-25 minutos.
Dando por supuesto mi respeto a escenificaciones de temas cervantinos
ubicadas junto a nuestros molinos, mi propuesta es en cierto sentido diferente.
Lo más parecido es lo que se hizo en el transcurso de dos Semanas Cervantinas
en los años noventa del siglo pasado, para lo cual yo también elaboré un guión.
Fueron entonces actores Andrés Escribano y Albino Díaz-Ropero, y el pintor ya
fallecido Ángel Morales intervino como narrador.
He de decir que al equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento le
encantó la idea, tanto que ya se pensaba en fechas para su realización e
incluso llegó a proponerle a una persona que se encargara de la dirección,
persona a quien la idea también le parecía estupenda. Sin embargo …, todo se truncó cuando el alcalde me indicó
que se encontraba con un problema, problema con nombre propio y apellidos al
que, por el tiempo que ha ido pasando, entiendo que no le ve solución. Estamos
en un pueblo donde aficionados al teatro, con grupos constituidos, hay no pocos
y seguro estarían dispuestos a darle forma al proyecto. Contamos con un escenario natural inmejorable
para una representación, de periodicidad anual, que bien publicitada atraería a
muchos visitantes y que podría hacer de Campo de Criptana un lugar de
referencia al respecto como ya lo es por sus molinos, en el sentido que lo son
otras localidades por hechos singulares, como puede servir de ejemplo Consuegra
con la representación anual de su batalla medieval. Además, se trataría de un
acto de bajísimo coste. Por todo ello no puedo comprender que se argumente la
existencia de un problema, tratándose, por si fuera poco lo ya señalado, de un
espectáculo hecho a medida del pueblo, del que se beneficiaría el pueblo, y que
se pondría en escena en un lugar, la Sierra, que es patrimonio de todos, y en
torno a unos monumentos, los molinos, que no sólo son patrimonio de los
criptanenses sino que son patrimonio de todas las personas amantes de la
cultura en general y de todo lo cervantino en particular.
No sé si peco de ingenuidad, pero confío en que el dichoso problema se
supere: Campo de Criptana saldría ganando.
FRANCISCO ESCRIBANO
SÁNCHEZ-ALARCOS
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