miércoles, 6 de agosto de 2014

Motivos de fiesta

Publicado por primera vez en agosto de 2013


En el año 2001 me cupo el honor, gracias a la invitación del entonces alcalde Joaquín Fuentes, de pregonar la Feria y Fiestas de Campo de Criptana. En mi intervención traté de alejarme de la tentación de incidir en los lugares comunes propios de ese tipo de actos, tales como el referirse casi exclusivamente a los recuerdos de infancia o a la fiesta en sus aspectos más superficiales; por aquello de que, en mi caso sí, el hábito hace al monje, no faltó algún pasaje alusivo al origen histórico de la feria criptanense ni tampoco alguna cita cervantina como aquellos consejos que Don Quijote daba a Sancho Panza antes de que su fiel escudero se dirigiese a gobernar la ensoñada Ínsula Barataria y que no vienen mal cuando de fiestas hablamos: “Come poco, y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”, o bien “Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra”.

En aquel momento expuse, como no podía ser de otra manera, el sentido, el porqué de las fiestas, en definitiva, trataba de hacer ver al público las motivaciones que a un pueblo o a una ciudad llevan a remarcar en el calendario unos días como especialmente festivos cuando ciertamente cada año tiene no pocos de estos, demasiados según opinan algunos. Y por aquí enlazo con lo que constituye el meollo de estas líneas y cuyo título resume cuando se trata del año 2013.

¿Qué podemos festejar aquí y ahora? Si preguntásemos sobre ello a cada uno de los criptanenses, sin  duda que no uno sino muchos motivos saldrían a relucir. Hablando por mí mismo, me ocurriría exactamente igual, pero a la hora de seleccionar quiero destacar un ámbito como motivo de celebración y de alegría que lo merece claramente y que no es otro que el musical. Ya en el pregón citado echaba mano de la música desde un punto de vista localista cuando, al recordar que “la feria y su pregón son algunos de los muchos ritos que jalonan el ciclo anual de nuestras vidas”, ponía como ejemplo de uno de esos ritos, precisamente en relación con los actos de la feria, que “en el último de los conciertos que ofrece la Banda de Música Filarmónica Beethoven ésta interpreta antes del Himno a Criptana el pasodoble Limiñana de Bernardo Gómez, y por dos veces”.

Pues bien, en el contexto de la música en Campo de Criptana, a lo largo de 2013 varios serían los acontecimientos dignos de mención, mas me centraré en dos. El pasado 11 de agosto tuvo lugar en la iglesia del Convento un estupendísimo concierto a cargo de la Orquesta de Cámara La Armónica y del Coro Tradicional de Voces Graves bajo la dirección de Rafael Calonge Campos. El centro del concierto era la interpretación del “Te Deum laudamus”, obra del navarro Remigio (Ozcoz y) Calahorra (1833-1899) que tradicionalmente y en honor del Santísimo Cristo de Villajos se incluía al final del novenario que se le dedicaba anualmente con motivo de la Feria; en 1980 dejó de cumplirse con la costumbre, desde ahora felizmente recuperada, hecho que hay que agradecer a nuestro querido director “Falín” y a todas las personas que con él han colaborado en esta tarea.

La Filarmónica Beethoven celebra en la Plaza Mayor
su triunfo al regreso de Valencia
Unas semanas antes se producía el otro acontecimiento. Fue el 20 de julio en el valenciano Palau de la Música cuando nuestra Filarmónica Beethoven, dirigida por Miguel Romea Chicote, se alzaba con el Primer Premio de la Sección Primera del Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia. Interpretó el pasodoble “Agüero”, de José Franco Ribate; como obra obligada "Variacions Iròniques" de Francisco Bort Ramón, y como obra de libre elección la nada fácil “Dance movements”, de Philip Sparke. Nadie podrá negar que estar por encima de cuatro bandas valencianas en un certamen que se celebra en Valencia tiene su mérito; hay que recordar al lector que es la primera Banda de Música no valenciana que gana en la citada Sección en un certamen que ya va por la 127ª edición. Después de todo, la Filarmónica Beethoven demostraba con ello su calidad interpretativa, que ya tuvo su reconocimiento en este año en el exitoso concierto que ofreció el 31 de mayo en el Auditorio de Zaragoza. ¡¡¡FELICIDADES!!!



FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS 

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